viernes, 12 de diciembre de 2008

LOCURA Y MUERTE DE NADIE de Benjamín Jarnés

UNA LECTURA DE “LOCURA Y MUERTE DE NADIE” de Benjamín Jarnés
por Anastasio Serrano


Benjamín Jarnés Millán, Codo (Zaragoza) 1888.- Madrid, 1949.
Cuarto hijo de una familia de 20 hermanos. Ingresa en el Seminario de Zaragoza en 1900, que no abandona hasta 1909, una vez terminado el primer curso de Teología. Realiza el servicio militar y se queda en el ejército. En 1916, terminados lo estudios de Magisterio se casa con Gregoria Bergua. Obtiene destino en el Cuerpo Auxiliar de Intendencia en Larache (zona del Protectorado en Marruecos). A final de 1920 se traslada a Madrid al Parque de Intendencia y aquí empieza su carrera literaria.
En 1923 colabora con la revista “Alfar” de La Coruña y mantiene un a tertulia en el Café Oriente de la calle Atocha, Cansinos-Asséns nos da noticia de ella en “La novela de un literato 3.” Alianza, 1995. Comienza a publicar: “Mosén Pedro”, “El convidado de papel” en 1924 . Conoce a Ortega y Gasset que le incorpora a su proyecto modernizador de la cultura española de la “Revista de Occidente”, en ella será autor, crítico y traductor.
En 1926 sale la 1ª edición de “El profesor inútil” como 2º título de la colección “Nova Novorum” de la “Revista de Occidente”. Colabora desde el principio en “La Gaceta Literaria”(1927), que dirigía y editaba Ernesto Giménez Caballero en la calle Canarias de Madrid.
El año 1929 es considerado su “annus mirabilis”, de tal forma que publica la primera versión de “Viviana y Merlín”, “Locura y muerte de Nadie” y “Paula y Paulita”. Siguió publicando novela y biografías hasta la Guerra Civil, ya que sus deberes militares interrumpen su creatividad literaria. Y en 1939 Jarnés se une a la diáspora de los intelectuales republicanos, primero Francia en Limoges y luego en el “Sinaia” rumbo a Méjico capital.; allí sigue trabajando, escribiendo en periódicos e incluso confecciona libros por encargo.
En 1948 regresa Jarnés a España gravemente enfermo de arterioesclerosis. Se establece en su casa de la calle Santa Engracia (Joaquín García Morato, entonces), donde le visitan sus dos amigos incondicionales Ildefonso-Manuel Gil y don Ricardo Gullón. Muere en Madrid el 10 de agosto de 1949.

“Locura y muerte de Nadie” se publicó por primera vez en 1929, antes se habían dado a conocer los cuatro primeros capítulos en la “Revista de Occidente” en 1928. La novela apareció con una portada futurista de Puyol en Ediciones Oriente. Madrid, 1929. Imprenta Argis y con el precio de 5 pts. La obra constaba de 10 capítulos , más un epílogo, además de una cita larga de Ortega y Gasset y un prólogo del autor. Fue muy bien acogida por la crítica y por el público lector. Sin embargo B. Jarnés dedicó ocho años a reflexionar sobre los diferentes aspectos de la novela y después de una cuidadosa labor de recrear lo que había creado, según era costumbre en B. Jarnés, queda fijado el manuscrito de la novela en 1937; pero éste queda inédito hasta que Joaquín de Entrambasaguas decidió incluir “Locura y muerte de nadie” en el volumen VII de la serie “Las Mejores Novelas Contemporáneas”. Planeta. Barcelona, 1961. Entonces al solicitar a la viuda, Gregoria Bergua, el permiso pertinente, ella le dijo que tenía revisada para la imprenta una copia mecanografiada, revisada y ampliada por el autor y deciden editarla (2ª versión) en el tomo conjunto. Y esta será la versión definitiva de la novela jarnesiana.
En 1996, Ildefonso-Manuel Gil , paisano y amigo del autor, la publica en edición exenta en la editorial Viamonte de Madrid, inaugurando la colección “Reencuentros”. Se conserva debajo del título la nota que el autor había puesto al frente de su revisión: “La primera versión de “Locura y muerte de nadie” apareció en 1929. Hoy cuidadosamente revisado y no poco aumentado, vuelve a aparecer este librito que en su primera salida recogió (…) muchos elogios.Hago constar aquí mi gratitud” (…).(B. Jarnés, 1937).
Actualmente “Locura y muerte de Nadie” ha sido editada por el profesor y especialista jarnesiano Víctor Fuentes en la editorial Stockcero. USA, 2008, que sería la 3ª edición.

Pero vayamos a desentrañar el argumento: Juan Sánchez y Sánchez vive en la ciudad de Augusta dominado por la angustia. Pretende resolver sus problemas existenciales buscando una personalidad que no tiene. Todos los intentos ,que hace para ser alguien, fracasan. Su amigo Arturo, inspector de seguros y filósofo diletante, es, por el contrario, propenso a huir de la personalización y saca partido a su anonimato: es “un sibarita del anónimo”1. Arturo es amante de Rebeca, que resulta ser, Matilde, la esposa de Nadie. Juan Sánchez en su empeño por ser alguien ocasiona la quiebra del Banco Agrícola de Augusta, llevando a la ruina a miles de familias, pero la policía señala como único autor de la estafa a su socio, Alfredo, amante ocasional de su mujer, cuya fotografía aparece en los periódicos locales, robándole a Juan Sánchez ese minuto de gloria. Ante tal fracaso su obsesión le empuja a la locura y no ve otra salida que el suicidio como acto trascendental y mientras discute con su amigo Arturo e imagina su muerte como algo apoteósico, no se da cuenta que un camión se le echa encima y lo quita del mundo como una goma de borrar. Digno final de una vida vulgar y anónima. Juan Sánchez,”¡Nadie!”, ha muerto y su muerte pasa desapercibida como su anodina existencia. Un epílogo (“Remate y preludio”) da continuidad a la muerte de este don nadie en el que los otros personajes explican su reacción y siguen sus destinos.

Estructura:
La revisión de 1937 publicada por Joaquín de Entrambasaguas en 1961 consta de la Nota de 1937 de B. Jarnés, una larga cita de Ortega y Gasset, un prólogo del autor y 21 capítulos, el último(”Remate y preludio”) a modo de epílogo; frente a la 1ª edición de 1929, que tenía, la cita, el prólogo, diez capítulos y el epílogo.
La larga cita de Ortega viene a ser un manifiesto en torno a la problemática que debe asumir el arte. Ortega cree que la literatura debe centrarse en el hombre: “Dime lo que del hombre sientes y decirte he qué arte cultivas”.(pag. 33).
El proceso vital de un hombre, Juan Sánchez y Sánchez va a desarrollarse en la trama novelesca.
En el prólogo se produce un diálogo tácito entre el autor y el lector ante lo que se va a decir en la novela. El autor explica las intenciones que persigue con esta obra y justifica la elección de su temática. Presenta al protagonista-Juan Sánchez- con el deseo de aparecer como transcriptor o biográfo de su vida ( ya que para Jarnés toda novela es la biografía de un personaje inventado). Introduce al lector en el centro de la problemática de Juan Sánchez, que se empeña en darse a conocer, reafirmar su personalidad y encontrar su identidad. Y elige este tema por el cansancio temático al que había llegado la novela: “Cuando las aventuras de la carne se van arrinconando (…).Cuando la castidad y la lujuria (…) apenas logran conmover a las gentes, cuando todo(…) en la novela vacila o cae, se levantan de lo más profundo los signos de interrogación” (pag.35).
Los 21 capítulos de “Locura…” aparecen titulados, procedimiento típico de la novela tradicional (siglo XIX). Los novelistas se proponían con ello resumir la línea argumental o adaptarse a las necesidades sociológicas, pues muchas novelas aparecían como folletones, por entregas y los títulos pretendían servir de guía para el lector.
Jarnés, pues, recurre a la titulación de los capítulos, así tenemos:”El arca de trigo” (capit. I) y “El Banco Agrícola” (capit. XX), que apoyan la estructura circular de la novela. Otros son síntesis de la trama y destacan el momento más álgido de la misma, así ocurre con: “Firmado y rubricado”(capit.II), “Amor disperso” (capit. III), “Campo magnético” (capit IV).
Como se ha citado los cambios entre la 1ª edición de 1929 y la de 1937(la definitiva) son notables. Primero porque los diez capítulos y un epílogo (1929) pasan a ser 21 capítulos(1937). La intención del autor ha sido la de aumentar el texto, pero aprovechando todo el contexto de la 1ª edición. La diferencia principal está en la perspectiva ética de los personajes. Juan Sánchez, “Nadie”, no cambia nada en 1937. En cambio Arturo, acaba sintiendo respeto ante la locura de Juan, en un pasaje nuevo de 1937, le dice: -¡Ea! ¡Basta de bromas! ¡Respete a su mujer! (pag. 239).
B. Jarnés modificó sustancialmente la personalidad de Matilde, mujer de Juan Sánchez, insignificante y frívola en 1929 y convertida en heroína en “1937”.
Cuando Juan Sánchez decide el suicidio en el capit XIX y escribe dos cartas una para el juez y otra para Matilde su lenguaje es altisonante y melodramático: “Perdóname, pero mi destino era vencer o morir. Puesto que mi fracaso es definitivo, muero. Mucho te hice sufrir, Matilde, pero ahora vas a descansar” (pag. 237) . Y cuando Juan Sánchez perora sobre la búsqueda del hombre integral por parte de Matilde y le recomienda. “¡Vele usted por Matilde!”. Arturo le contesta: “¡Respete a su mujer! (pag.239). Por último después de la muerte de Juan, la dignificación es completa. Mientras en la 1ª edición (“1929”) queda totalmente destrozada, en la definitiva (”1937”) el narrador nos informa, que Matilde llegará a ser la protagonista, la casada ejemplar que no pudo ser en la convivencia con Juan Sánchez, y no como esposa de Arturo, sino del médico solterón de Los Olmos.
La novela ha sido refundida totalmente en su primera versión, añadiéndole el doble de la cantidad de texto. Jarnés ha creado una novela nueva, con teorías y problemas diferentes y ha aprovechado la 1ª versión con una redacción perfecta, que no hace sospechar, esta labor de taracea más que de refundición.

Espacio:La novela transcurre en Augusta-Zaragoza-, del nombre romano “Cesaraugusta”, de esta forma los lectores podían identificar la ciudad sin dificultad alguna. Cambió, pues, ligeramente el nombre de la ciudad, pero conservó el del río Ebro, el pretil. Toda la acción se desarrolla en Augusta. Sólo en dos ocasiones la acción de la novela abandona el espacio urbano de Augusta: una, el viaje de Arturo, inspector de seguros, para redactar un siniestro en Los Olmos y otra, el viaje a la casa solariega, donde nació Juan Sánchez.
En cuanto a los espacios reales, que aparecen en la novela, están muy transformados; sobre todo la oficina bancaria del Banco Agrícola, que da título al capítulo XX, a pesar de ello sigue conservando en la actualidad parte de la morfología que tenía cuando Jarnés lo utilizó para “Locura…” Su nombre real era Banco de Aragón y hoy es una de las oficinas del BSCH (Banco Santander).
Los espacios interiores como el comedor de la casa de Juan Sánchez se atienen con toda precisión al tipo de comedor estándar que se podía encontrar en todas las casas burguesas de los años veinte. Los espacios exteriores son algunas calles sin más, el pretil del río, la Puerta del Carmen, la Plaza de España y los Porches del Paseo.

El tiempo de la novela queda determinado por datos marginales, una fecha histórica, el 23 de agosto de 1920, día en que se produjo un atentado anarquista y al final de la novela se cita junio, fecha de la muerte por atropello de Juan Sánchez. El tiempo narrado, pues, dura un año. Así pues el héroe se encuentra en el mismo escenario y en la misma época del año al principio y al final de la ficción.
Hay también unos espacios adversos para el protagonista: el Banco Agrícola, en el que comienza y termina la trama, cuando no le reconocen la estafa, que le conducirá al suicidio involuntario. Sin embargo el río Ebro será el confidente,y el amigo, en los momentos de desaliento o decepción amorosa. El río es un símbolo callado de la vitalidad perdurable: “Han llegado hasta el río y, apoyados los codos en el pretil, contemplan el lento y solemne fluir (…), el Ebro da su perenne lección de vida fértil” (181-182).

Novela contada en 3ª persona por un narrador omnisciente, que conoce el mundo interior, los procesos psíquicos e incluso el pasado de los personajes. No obstante en el narrador que nos relata los hechos está presente la mirada de Arturo, que actúa a modo de narrador-testigo. Arturo intrigado por la singularidad del raro espécimen, contempla a Juan Sánchez como lo que es, como un pobre diablo . La voz narrativa que utiliza Jarnés para este personaje está a medio camino entre la de un yo testigo y un yo protagonista, ya que Arturo combina su observación perpleja de Juan Sánchez con la participación en al trama novelesca, cuando se convierte en amante de Matilde-Rebeca, esposa de Juan Sánchez.
La omnisciencia narrativa recoge, a veces, los diferentes puntos de vista de los personajes para enjuiciar el carácter de cada uno de ellos. Veamos un ejemplo de esta omnisciencia narrativa. Reunidos los cuatro personajes para cenar, el narrador presenta sus pensamientos ocultos, mientras se entretienen en una banal conversación: “Arturo está pensando: el azar nunca fue tan caprichoso conmigo. En una misma tarde me encuentro con tres personajes representativos, muy dignos de estudio”(85).
“Juan Sánchez está pensando…>>Sin duda el espectro del marido es una alusión a mi papel desairado entre Alfredo y Matilde<<”(85-86). “Alfredo piensa: >> Este jovenzuelo ha venido aquí detrás de Matilde<<(85-86) “Matilde está pensando:>>Arturo lo ha adivinado todo, pero ignora la razones de mi conducta<<”. Los personajes:
Juan Sánchez y Sánchez, Nadie comienza por ser un nombre y un apellido muy común para millares de españoles, sería más un nombre común, que propio. Es el protagonista de la novela y en su primera acción en el Banco Agrícola es confundido con el resto de los clientes y se ve obligado a mostrar su firma y su rúbrica, tatuadas en el pecho, para identificarse, como si tratara de una marca, fenómeno de cosificación degradante. Todas las acciones en la trama van enfocadas a ser alguien, siendo Nadie.No comprende que es un individuo en una sociedad de masas. Toda su vida de ente de ficción se verá jalonada por continuos fracasos que le alejan de ser alguien. Cuando sospecha que Matilde mantiene relaciones sentimentales con Arturo, no consigue ninguna prueba para erigirse en marido burlado y experimenta una nueva frustración. Ni siquiera puede ser cornudo.
Lo intenta todo y por último con su socio Alfredo, sin tener en cuenta la ética, planean la estafa del Banco Agrícola, donde se inicia su frustración, de ser un número, una cosa. Como sabemos se culpa a Alfredo y él es un estafado, en la pretendida fama, aún conculcando la ley. No le queda otro recurso sonado, que el suicidio y, ni aún así, consigue el suicidio asumido, voluntario, es arrollado por un camión que lo saca de la vida como una goma de borrar. Lo mismo que años antes otro camión borró a su ignorada madre, Margot, allá en París.
Arturo actúa como contrapunto en la acción. Es el coprotagonista de la novela, destacando del resto de los personajes, funciona como integrador de todos los acontecimientos. Con Arturo se inicia y se cierra el relato, siendo el centro en torno al cual se va a subordinar el comportamiento de los demás personajes de la ficción.
Es el confidente de la problemática personal de Juan Sánchez y testigo de sus reiterados fracasos, cuando intenta afirmar su personalidad. Como consejero de Juan Sánchez intenta disuadirle de sus proyectos de suicidio, aunque no puede impedir que un camión lo borre del mapa.
Arturo, al final, será el hombre equilibrado (artista y filósofo), que sigue el camino del héroe individualista, que se aleja de los acontecimientos y en un acto de generosidad renuncia a su amor por Matilde, posibilitando la continuación de la novela.
Matilde- Rebeca en los primeros capítulos- hasta que su amante conoce su entorno familiar. Su primera aparición nos evoca fugazmente a la Rebeca bíblica en su primer encuentro con el siervo de Abraham, Eliezer2. Esta Rebeca bíblica (la esposa de Isaac y madre de Esaú y Jacob) cargada de connotaciones simbólicas impregna al personaje femenino de Jarnés; pero cuando la mujer objeto de deseo es vista en su anodino entorno familiar, desaparece el nombre que la idealizaba y recupera su verdadero nombre: Matilde.
Matilde es amante por oportunidad de Alfredo, socio de Juan Sánchez. Esposa infiel de Juan Sánchez, al cual sigue en todo su desbarrancamiento de fracasos, fiel escudera (Sanchica) de este Quijote triste. Matilde es la amante verdadera de Arturo, en el que busca el amor que no ha podido darle su marido. Y en los últimos capítulos desplaza a Juan Sánchez y a Arturo como protagonistas de la novela. De tal forma que cuando Matilde toma el pulso narrativo de la novela, ésta toma nueva fuerza, el lenguaje es más directo, con predominio del diálogo. Aparece la novela íntima, lírica, frente a la Nada personificada en Juan Sánchez y a la que ha sido devuelto.
Matilde, pues, es un personaje femenino bien perfilado y que toma la iniciativa a lo largo de la acción. y al final en la nueva novela será la protagonista.
Alfredo es un personaje funcional, compañero-socio de Juan Sánchez y amante ocasional de su mujer. La acción más importante que lleva a cabo con Juan Sánchez es el desfalco del Banco Agrícola, en la que, además de la fechoría, le roba la fama pretendida de salir en los periódicos a Juan Sánchez; porque le culpan a él; y esto tiene su razón de ser, porque Alfredo sí es un truhán: “Sus ambiciones son dos: las buenas comisiones y las mujeres suculentas. Aunque en trance de elegir, es preferible el tanto por ciento (pa.78); y es él el que merece el castigo.Juan Sánchez es un hombre moral.
Con estos cuatro personajes se teje toda la trama de “Locura…”. Pululan algunos personajes secundarios, como los Monte Azul y sus sirvientes, si acaso adquiere algo de protagonismo al final, Patricio, con quien se va a casar Matilde y comenzar la nueva novela. En uno de los últimos monólogos, Arturo, cediendo el puesto a Patricio, dice: “¡No debo ir! Mi novela ha concluido. Que comience patricio la suya” (256).

Significación:
“Locura y muerte de Nadie”vendría a ser una novela biográfica, con Nadie como biografiado. En la novela se plantea la problemática de un antihéroe, y por extensión de un ser particular en la vida real, en la sociedad de masas y en la incipiente sociedad del consumo y del espectáculo. “Locura…”, dice Victor Fuentes : “Es uno de los testimonios novelescos más patéticos, que se puede encontrar en la literatura europea de entreguerras, de la anulación y trituración del individuo en la sociedad maquinista y de masas.3
Desde el primer encuentro de Arturo con Juan Sánchez, aprendiz de Hamlet, debatiéndose entre el “ser y el no ser”, dice Juan Sánchez: “Se trata de “ser”. Fíjese bien: ¡ni siquiera de existir! ¡De ser! Porque a fuerza de pensar mucho (…), he deducido que (…),”no soy” (46).
Arturo el antagonista de Juan Sánchez, aunque termine por comprenderle, a fuerza de intimar con él, como le sucede al autor, quien en la primera línea del prólogo dice:”A fuerza de tropezarme con Juan Sánchez he llegado a intimar con él, a quererlo”.
Arturo es agente de seguros contra incendios y siempre llega al lugar de los hechos después de acaecidos, tanto en los reales como en los metafóricos incendios pasionales de la trama en que se ve envuelto, y tiene la función de ir apagando o silenciando los brotes de la novela tradicional, en sus variantes de novela galante, sicalíptica o melodramática,y de esta forma el autor implícito va tejiendo la novela artística, lírica, intelectual.
Al lado del narrador y del autor implícito, que expresa sus opiniones, Arturo, que también es filósofo diletante, con frecuencia se desentiende de la acción y nos ofrece sus reflexiones. Digresiones, que junto a las del narrador, dan a la novela su carácter de metanovela o novela lírica.
Dentro de la historia y el discurso hay un predominio de este último, las descripciones ocupan más extensión que la historia. Las pausas descriptivas, poéticas o ensayísticas, que retardan la historia, son de gran originalidad. La primera descripción de la sala del banco, en el primer capítulo, está llena de metáforas propias del arte nuevo y vecinas de las greguerías ramonianas, entre ellas podemos destacar: “Se escucha el sordo roce de largas serpientes de sumandos que reptan por los atriles. Por una ventana le sonríen a Arturo las cuatro filas de una Remington. Las ventanillas son otros tantos confesionarios en donde absuelven (…) del terrible pecado del miedo” (38). Todo el primer capítulo (“El arca de trigo”) de operaciones de cálculo mercantil, está transmutado en valor artístico.
En el capítulo XIII(“Bodegón y celos”) se oye la voz de Juan Sánchez que confiesa: “-Soy un hombre ridículo. Había preparado la farsa del marido que se va y se queda…Perdóname. Iba a matarle a usted”. (172)Esta fallida farsa familiar le da pie al narrador para expresar sus ideas sobre la novela y el drama y la relación entre la realidad y la ficción: “Sólo un falso novelador puede recortar (…) trozos singulares de vida y acoplarlos. En este breve relato (…) de la vida de Juan Sánchez, no se tuvo la fortuna de hallar a todos los personajes en su punto de más alta tensión. Para alguno se adelantó, para otro se retrasó la novela. Aquí aparece según vivían al ser llamados a figurar en este sencillo relato” (174)
La acción de la novela-como se ha dicho- comienza en un banco, en unos años de frenesí financiero y el símbolo del banco es la espiga, emblema de la fecundidad y aparece hendiendo el aire del banco. “La espiga da un estallido y se derraman los granos de oro” (40). Y pocos días antes de publicada esta novela se produce el “crack” de Wall Street en Nueva York en octubre de 1929; y en uno de esos casos en que “la vida imita al arte”: la novela, como sabemos, termina en un gran desfalco bancario con el consiguiente espectáculo: “Gentes apresuradas que preguntan (…), que recorren los pasillos, las ventanillas, sollozos de viudas, rugidos de cuentacorrentistas” (233), el mismo espectáculo que se dio entonces en Nueva York o Chicago y casi el mismo espectáculo que hemos podido ver ahora en el otoño de 2008 con la quiebra de “Leman Brother” en USA, bancos ingleses, alemanes, belgas, que los estados han tenido que inyectarle liquidez para evitar el pánico monetario mundial.
En “Locura…”a la aparente linealidad de la ficción se superpone una estructura circular. Pues la ficción comienza en el “Arca de Trigo”, nombre alegórico del banco. Y aquí Arturo descubre por primera vez a un hombre que lucha por salir de su anonimato, de su condición de hombre masa, adoptando una actitud grotesca, desabrochándose la camisa para mostrar su firma tatuada en su propio pecho. La ficción se cierra en el mismo banco, ahora denominado Banco Agrícola. Arturo recapitula las experiencias vividas a través de la ensoñación, en esas experiencias están presentes los dos ejes básicos de la narración: el proceso sentimental de Arturo y el drama de Juan Sánchez; drama que vuelve a reproducirse en un nuevo ser. Jarnés intenta poner de relieve cómo el drama de Juan Sánchez no tiene solución, pues hunde sus raíces en la sociedad de masas. La historia de Juan Sánchez vuelve a empezar como un sueño recurrente.
Esta recapitulación recuerda a una partitura musical: notas que se repiten a lo largo de la trama, y la semejanza se refuerza con el título del epílogo: “Remate y preludio”. Parece como si todos los motivos musicales se fundieran para empezar de nuevo la partitura, una nueva aventura novelesca va a comenzar, pues, el generoso Arturo, se alejará de los hechos. Tomará una actitud distanciadora, que impide el final convencional de su proceso sentimental. Arturo se convierte en espectador de la nueva novela, del nuevo proceso sentimental, que va a protagonizar la mujer amada, Matilde.”Es el preludio de un canto nuevo. Allá en Los Olmos, comienza la novela” (257).
Jarnés es un novelista personalísimo, que desde su postura individual, supo captar las líneas renovadoras de la novelística española y fue una figura destacada de la generación de los “NOVA NOVORUM”, una generación que supo apartarse de la narrativa decimonónica y sublimar el erotismo de la novela hasta convertirlo en materia de obra de arte. Esta generación que marcó nuevas direcciones a la novela con sus innovaciones estéticas y técnicas, que fueron reavivadas por la novela experimental de los años sesenta y setenta del siglo XX.
La obra de Benjamín Jarnés no tuvo la difusión ni el éxito que se merecía. Se ha hablado del “escándalo Jarnes” (R. Gullón, 3ª de ABC, 8.10.88), quizá se deba al carácter intelectual de sus novelas y, sobre todo, al exilio. Aunque se leyó con interés la primera edición de 1929 y la crítica le fue muy favorable, la segunda edición (1937) no vio la luz hasta 1961 , que fue la edición que manejaron los investigadores. Por fin tenemos la edición de Ildefonso-Manuel Gil, ya exenta de 1996 (agotada). En la actualidad sólo hay una edición viva la Víctor Fuentes, editorial Stockcero. USA,2008, que está editada en libro y en internet (Google).
En lo sucesivo será muy conveniente reparar el “escándalo Jarnés” para que su obra no caiga de nuevo en el peor de los exilios: la falta de curiosidad intelectual y el desdén.

NOVELAS DE BENJAMÍN JARNÉS:
Mosén Pedro(1924),El profesor inútil (1926), El convidado de papel (1928), Paula y Paulita (1929), LOCURA Y MUERTE DE NADIE (1929), Teoría del zumbel (1930), Escenas junto a la muerte (1931), Lo rojo y lo azul: Homenaje a Stendhal (1932), tántalo(1935), Constelación Friné (1944), Su linea de fuego (1980).

BIBLIOGRAFÍA:
.Entrambasaguas Joaquín de. “Las mejores novelas contemporáneas”. Tomo VII Editorial Planeta. Barcelona, 1961.
.Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”. (Introducción de Ildefonso-Manuel Gil).Editorial Viamonte. Colección “Reencuentros”.Madrid, 1996
.Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”.(Introducción de Víctor Fuentes). Editorial Stockcero.USA, 2008.
.Nora Eugenio de .”La novela española contemporánea”II. Edit. Gredos. Madrid, 1962
.Zuleta Emilia de. “Arte y vida en la obra de Benjamín Jarnés”. Gredos. Madrid, 1977.
.Martínez latre Mª del Pilar. “La novela intelectual de Benjamín Jarnés”. I.F.C. Zaragoza, 1979.
.Villanueva Darío. “La novela Lírica II”. Edit Taurus. Madrid, 1983
.Gullón Ricardo.”La novela lírica”. Cátedra. Madrid, 1984
.Fuentes Víctor. “Benjamín Jarnés: de Biografía y Metaficción. I:F:C: Zagoza, 1989
.“Jornadas Jarnesianas”.I Centenario del nacimiento de B. Jarnés. I.F.C.Zaragoza,1989
.Cansinos-Asséns R.”La novela de un literato 3. Alianza Tres. Madrid, 1995.

REVISTAS:
-Ínsula: números 45 y 47 (1949), nº 673 (2003)
-Cuadernos Hispanoamericanos nº 235 (1969)
-Camp de l`Arpa, nº 8 y 9 (1976)


Madrid, 6 de diciembre de 2008



1 . Jarnés Benjamín. “Locura y muerte de Nadie”. (Edición de Ildefonso-Manuel Gil). Edit. Viamonte.Madrid, 1996 (pag. 66). Todas las citas textuales serán de esta edición.
2 .Biblia de Jerusalén. Declée de Brouwer.Bilbao,1977. Cuando Isaac se hallaba en edad de caarse, envió Abraham a su criado Eliezer a Mesopotamia y al llegar a Harán encontró a Rebeca, que estaba sacando agua de un pozo, y ella le dijo que era hija de Batuel y nieta de Nacor, hermano de Abraham, y viendo en esa joven la futura esposa del hijo de su amo, Isaac, le ofreció regalos y la llevó consigo a Canaán, donde se casó con Isaac. Génesis, 24.
3 Fuentes Víctor. Introducción a “Locura y muerte de Nadie”,pag. XIII. Editorial Stockcero. USA,2008

viernes, 17 de octubre de 2008

ESTUDIO CRÍTICO DE "TIRANO BANDERAS" DE VALLE-INCLÁN



Ramón del Valle-Inclán: Vilanova de Arosa (Pontevedra), 1866- Santiago de Compostela, 1936.

Valle-Inclán conocía la América hispana desde su primer viaje a Méjico en 1892. En 1910 realiza otro viaje, esta vez a América del Sur con la compañía teatral Guerrero-Mendoza, en la que su mujer Josefina Blanco era actriz. Estos viajes ultramarinos le predisponían para escribir la novela de América; sobre todo después de un tercer viaje, que fue el más significativo, ya que se debió a una invitación del Gobierno de Méjico, a través del escritor y diplomático Alfonso Reyes para celebrar las fiestas de la independencia en 1921. El presidente Obregón le distinguió con su amistad a la que fue sensible el escritor. No cabe duda que Valle-Inclán se informaría de la Revolución mejicana y de las secuelas de la dictadura de Porfirio Díaz, así como de la presencia e intervención de la colonia española.
En 1923, Valle-Inclán escribe a Alfonso Reyes desde La Puebla del Caramiñal, que está trabajando en una novela americana: “Estos tiempos trabajaba en una novela americana: Tirano Banderas. La novela de un tirano con rasgos del doctor Francia, de Rosas, de Melgarejo, de López y de don Porfirio”.1Además le pide datos : “¿Dónde ver una vida del bendito don Pancho?” (Madero).
Así pues, a lo largo de 1925 comienza a publicar por entregas (constante típica de Valle, la de ir dando en diferentes medios lo que está escribiendo) en la revista “El Estudiante” de Salamanca, empezando en junio de 1925. También publicó un capitulo de TB en “El liberal” de Bilbao: “Lección de Loyola”, el 10 de julio de 1926. Más tarde dio a conocer otro fragmento inédito de la novela en La Novela de Hoy, 3/09/1926: “Zacarías el Cruzado o Agüero nigromante” y por último también publicó el prólogo en la revista “Verba” de Gijón en octubre de 1926. Después de todos estos adelantos “Tirano Banderas” salió publicada en libro el 15 de diciembre de 1926 en la Imprenta Ribadeneyra de Madrid, siendo el tomo XVI de su OPERA OMNIA (1913-1933), con la característica ornamentación realizada por José Moya del Pino.
En la primera edición llevaba en la contraportada un aviso importante: “Pedidos al autor: 12, Santa Catalina, 12. Madrid”. Es decir, Valle-Inclán editó él mismo su novela y la vendió desde su casa, dando la venta en exclusiva a una sola librería: Librería Meléndez, 12 ,Cedaceros, 12. Como es sabido las relaciones de Valle-Inclán y los editores nunca fueron buenas. Esta primera edición se agotó pronto, fue lo que se diría hoy un éxito de librería y la segunda edición apareció publicada por “Nuevo Mundo” el 9/09/1927.
Valle-Inclán inaugura con TB el subgénero novelesco: la novela del dictador hispanoamericano. Después le seguirán por orden de publicación: “El señor presidente”(1946) de Miguel Angel Asturias, “El recurso del método”(1974) de Alejo Carpentier, “El otoño del patriarca” (1974) de Gabriel García Márquez, “Yo El Supremo” (1974) de Augusto Roa Bastos y “La Fiesta del Chivo” (2000) de Mario Vargas Llosa.

Pero vayamos ahora al estudio sistemático de la obra y este es su argumento: Santos Banderas (llamado Tirano Banderas) es un hombre de mirada misteriosa, taciturno, rodeado de una aureola mágica y presidente de un supuesto país hispanoamericano (la república de Santa Fe de Tierra Firme situada en las costas del Pacífico) a finales del sigloXIX. Santos Banderas vive en San Martín de los Mostenses y firma cuantas sentencias a muerte le parece y perdona a su antojo, aunque en todo momento pretende dar la impresión de bondad, de igualdad, de caballerosidad. Alrededor de Santos Banderas pululan una serie de personajes crueles, cínicos y cobardes que como corte de bufones le adulan.El coronelito de la Gándara es amigo personal de Santos Banderas, pero cae en desgracia y se pasa al bando opositor. Mientras se gestan los pormenores del derrocamiento, una serie de acciones informan de los desmanes del sistema, hay una tímida presión de la representación diplomática (una nota ineficiente). El Ministro Plenipotenciario de España es denigrado, tiene voz cotorrona y pisar de bailarín y aunque no acepta las matanzas de Banderas, se ve obligado a no criticarlas porque el tirano ha conseguido descubrir unas cartas dirigidas a su amor “Currito Mi-Alma. La presión diplomática apenas incomoda al dictador. Los opositores siguen organizando la revuelta para acabar con la arbitrariedad y la corrupción. La acaudilla don Roque Cepeda y Filomeno Cuevas. Después se unen a la oposición Zacarías el Cruzado y el coronel Domiciano de la Gándara, que estaba siendo perseguido por la policía del tirano y pide ayuda a Zacarías para que le pase al bando contrario. Domiciano da a la mujer de Zacarías un anillo para que lo empeñe en la tienda del gachupín Quintín Pereda; éste conoce el anillo y denuncia a la mujer de Zacarías y la llevan presa dejando solo a su chamaco. Cuando regresa Zacarías encuentra a su chamaco medio comido por los cerdos. Descubre lo que ha ocurrido cuando encuentra la papeleta del prestamista y nueve soles. Mete en un saco los restos de su chamaco, multiplica su dinero en el juego, compra un caballo y saca de la tienda a Quintín Pereda con una cuerda al cuello y lo arrastra por la ciudad; después va unirse con Filomeno Cuevas y los suyos. Estalla la revolución. Santos Banderas, cuando ya veía todo perdido, mata a su hija de quince puñaladas para evitarle el dolor de la deshonra.Los sublevados acribillan al tirano y su cuerpo es hecho cuartos y repartido por las principales ciudades del país.

¿Cómo se ha concebido la novela? El profesor checo Belic Oldrich 2 ha estudiado la estructura formal de la novela y toda ella se organiza en partes, que a su vez se dividen el libros y éstos en pequeños capítulos. Las partes son siete: Las tres primeras partes y las tres últimas tienen cada una tres libros y la parte central, es decir la cuarta tiene siete libros. Si sumamos todos los libros obtenemos la cifra de 25; pero además hay un prólogo y un epílogo, de extensión y funcionamiento análogo a los libros. Por lo tanto tenemos 27 libros, o sea tres por tres y por tres. El esquema gráfico según el profesor Belic sería el siguiente:
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1 + 3. 3 + 7 + 3.3 + 1 = 27 = 3.3.3 -
Esta organización de la novela según el principio de los números mágicos 3 y 7 no es fruto del azar o de la inspiración del autor, sino el resultado de un esfuerzo consciente e intencionado. Pero el principio de los números mágicos no sólo rige en la estructura general de la novela, sino también en las intervenciones de los personajes de cierta relevancia en la trama. Así el Tirano aparece 7 veces; don Roque Cepeda, 3; el Ministro de España (el barón de Benicarlés), tres veces, el empeñista Quintín Pereda, tres veces y el coronelito de la Gándara 9 veces (3 por 3). La función estructurante de los números mágicos es aún mucho más clara. La acción abarca tres días y tiene tres momentos claves: uno se desarrolla en el prólogo (se pone en marcha la revolución). Otro, que precede en el tiempo al anterior, en la parte cuarta, séptimo libro (Filomeno Cuevas decide ir con sus peones contra el tirano); y por último, en la parte séptima, libro tercero (estalla la revolución). Además TB con un prólogo y un epílogo es una novela enmarcada.
Por otra parte estos números mágicos aparecen con bastante frecuencia en el cuerpo de la novela. Así los caporales al castigar al chicote cuentan los latigazos de tres en tres:”Señaló el tambor un compás alterno y dio castigo del chicote(…): -¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! (I, 1,iv,41)3 . la cabeza del tirano “estuvo tres días puesta sobre el cadalso” (epílogo, v, 240). El otro número mágico, el 7, también aparece sobradamente, veamos dos ejemplos: “El Doctor Polaco sacó del fraque la vara mágina, forjada de siete metales (VII,3,iv,232). El tirano durante la experiencia mágica, realizada en el palacio, elige con el pensamiento el número siete: “-Como siete puñales. ¡Chac! ¡Chac! (VII,3,iv,233). (Santos Banderas rumiaba la coca, “tenía siempre unas salivilla de verde veneno” –I,1iii,40-;y ¡Chac! ¡Chac! Es la onomatopeya del movimiento de las mandíbulas).

Vall-Inclán en “La lámpara maravillosa” expone sus teorías del tiempo, en las que pasado, presente y futuro forman un todo: “Cuando se rompen las normas del tiempo, el instante más pequeño se rasga como un vientre preñado de eternidad. El éxtasis es el goce de sentirse engendrado en el infinito de ese instante”.4 Por eso la disposición del relato no es lineal. La acción avanza y retrocede en el tiempo. Se funden pasado, presente y futuro. Utiliza una técnica de acciones simultáneas para darnos una visión total. Por lo que se refiere al tiempo histórico hay referencias cronológicas a distintos momentos del siglo XIX y primera década del XX. El tiempo concreto de la acción comienza a la caída de la noche de un primero de noviembre y acaba mediada la mañana del 3 del mismo mes. La localización de la república de Santa Fe estaría cerca del Ecuador. El tiempo novelado, pues, es de 42 horas. Estaríamos aquí en el tiempo reducido en la novela en el que hay que encajar tres intrigas: la problemática del indio con Santos Banderas, representada por Zacarías el Cruzado; la intriga del criollo representada por el elocuente doctor Sánchez Ocaña, el guerrillero Filomeno Cuevas y don Roque Cepeda (el ranchero) y la intriga de los extranjeros representada por el ministro de España, el Barón de Benicarlés, el ricacho don Celestino Galindo y el empeñista Quintín Pereda. Por otra parte en el prólogo notamos una anacronía, pues nos cuenta los preparativos para el asalto final y de esa forma la acción novelada parece una visión retrospectiva o más bien un despliegue simultáneo de lo narrrado en el prólogo.

En cuanto a los personajes, Santos Banderas, Presidente de la República de Santa Fe de Tierra Firme; se le conoce como Tirano Banderas, General o Generalito Banderas, Glorioso Pacificador de Zamalpoa, Chingado Banderas, Banderitas y Niño Banderas.Tirano Banderas es el personaje principal y el que da título a la novela, la abre y la cierra,y, actúa como eje de la narración. De Santos Banderas sabemos muy poco, solo que tiene una hija de 20 años, a la que trata con ternura, y que había luchado contra los españoles en el Perú. En su actuación en la novela es cruel, supersticioso, triste, impasible, puritano e inteligente.
Además de los tiranos citados (el Doctor Francia, Rosas, Melgarejo…) un último tirano está presente en la figura de Tirano Banderas. El prototirano hispanoamericano, Lope de Aguirre, el loco, que declaró la guerra a Felipe II al frente de sus Marañones. Y es en el epílogo de TB donde más claro se muestra la presencia de Lope de Aguirre.Este es el resumen de la muerte L .de Aguire, que según las crónicas del sigloXVI, hace Speratti-Piñero: “Acosado por los hombres del Rey, Lope de Aguirre es abandonado por los hombres en quienes más confianza tenía;(…) finalmente cuando sólo le acompaña un grupo insignificante, resuelve eliminar a su hija para que no caiga en manos de los enemigos; muere arcabuceado por los propios rebeldes y es despedazado como escarmiento”.6 Pobablemente Valle.Inclán manejó la novela de Ciro Bayo “Los Marañones” publicada en 1913.
Don Roque Cepeda, líder de la oposición electoral contra Santos Banderas. Valle le indicó a Alfonso Reyes que este personaje lo tomó de “don Pancho”, Francisco I. Madero, y esto es así puesto que tanto en la historia como en la ficción se trata de un criollo adinerado que se erige en líder de la oposición y en redentor del indio.
Filomeno Cuevas, criollo ranchero que encabeza e inicia el ataque armado contra Santos Banderas en Santa Fe.. Su representación en la realidad política de Méjico apunta a Álvaro de Obregón.
Don Celestino Galindo (don “Celes”), personalidad finaciera, intelectual y social de la Colonia Española; en la realidad histórica Telesforo García, don “Teles”, abogado, fundador de periódicos en la colonia española: “La Libertad, El Centinela español”.
Domiciano de la Gándara, coronel, arquetipo de militar levantisco, bravucón y borrachín, y encarnaría a alguno de los generales que anduvieron vacilantes de un bando a otro durante la revolución mejicana.
Doña Lupita, antigua rabona o soldadera del Séptimo Ligero en el que sirvió Santos Banderas y ahora sirve al Tirano.
Lupita la Romántica, pupila del prostíbulo (congal) de Cucarachita la Tarecena, compañera nocturna del licenciado nacho Veguillas y médium dotada de poderes telepáticos.
Manolita, hija de Santos Banderas y en la narración está loca y debe estar recluida.
Quintín Pereda: “El honrado gachupín” (la ironía es clara). Empeñista que causa la muerte del hijo de Zacarías el Cruzado, al denunciar a la mujer de Zacarías, por el asunto de la tumbaga (sortija) del coronelito de la Gándara y prototipo de los demás gachupines de Santa Fe de Tierra Firme.
El Barón de Benicarlés: Queralt y Roca de Togores, Mariano, Isabel, Cristino, barón de Benicarlés, Ministro Plenipotenciario de su Majestad Católica ,era: “Lucio, grandote, abobalicado, muy propicio al cuchicheo y al chismorreo, rezumaba falsas melosidades” (I,2,i,50). Representante del decadentismo europeo en una perdida república tropical americana; hipócrita e inepto profesionalmente al servicio de los intereses de las grandes potencias; de antigua nobleza española, pero de pésima catadura moral. Asristócrata decadente y homosexual, cuyo “partenaire” es un bailarín llamado Currito Mi-Alma.
Doctor Sánchez Ocaña, famoso tribuno revolucionario, que vierte en su discurso los tópicos oratorios de la época.” ¡Héroes de la libertad! ¡Mártires de la más noble causa! ¡Vuestros nombres (…) fulgirán en las páginas de nuestra Historia! (V,1,iv,165). Esto pronuncia ante los cadáveres arrojados al mar, que ya rechazan los tiburones, ahítos de tanta carne revolucionaria.
Zacarías San José: “A causa de un chirlo que le rajaba la cara, era más conocido por Zacarías el Cruzado” (IV,1,ii,111). Epítome de la situación de injusticia del indio y sin pretenderlo desencadena la revolución contra Santos Banderas, ayudando al coronelito de la Gándara, ejecutando al empeñista Quintín Pereda y participar activamente en la revolución.

Además de la magia de los números 3 y 7 ya apuntados en la estructura, hay otros elementos mágicos. Así Santos Banderas es presentado como un ser excepcional, enigmático, casi sobrenatural, en una palabra mágico. Cuando conversa con don Celes para despertar la admiración del ilustre gachupín dice: “Yo no duermo” (I,1vi,48); y más adelante: “Tirano Banderas (…),acrecentaba su prestigio de pájaro sagrado” (I,1,viii,49). El pueblo indio piensa que Tirano Banderas está dotado de poderes sobrenaturales: “El indio triste(…) susurra poderes mágicos de Niño Santos(…); Generalito Banderas se proclamaba inmune a las balas por una firma con Satanás”(VI,1i,182) . También el caudillo de la oposición, don Roque Cepeda, vive en un ambiente de magia. Así es como lo presenta Vall-Inclán:”Don Roque era varón de muy varias y desconcertantes lecturas, que por el sendero teosófico lindaba con la cábala, el ocultismo y la filosofía alejandrina”(V,2,iii,174).
Otro elemento mágico lo representan Lupita la Romántica y el Doctor Polaco. Lupita, durante la experiencia que con ella hace el mágico doctor en el congal de Cucarachita ve en sueños al tirano en una situación narrada antes. Y mágica es también la escena entre Lupita y Nacho Veguillas, en la cual ella le lee el pensamiento y le comunica al coronelito de la Gándara que había caído en desgracia. También Zacarías el Cruzado va acompañado por un “amuleto nigromante”-que son los restos de su chamaco comido por los chanchos- y da título a la parte central, la cuarta. Protegido por su amuleto ejecuta al empeñista Pereda y se une al bando insurrecto.

Cuando Max Estrella (“Luces de Bohemia, escena XII) enuncia la estética del esperpento, le da como base los espejos cóncavos del Callejón del Gato: “El esperpentismo lo ha invetado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en el Callejón del Gato(…).Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos, dan el esperpento… Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo, son absurdas” (“Luces de Bohemia”, escena XII, 140-141)7.
Con “Luces de Bohemia” nace para la vida literaria un nuevo término retórico: esperpento, cuyo significado según el diccionario era feo, ridículo o llamativo y a esto habrá que añadir el nuevo significado creado por Valle en la obra citada: deformación de la realidad. Según la definición de Valle la novedad no está aquí en la aparición de los espejos, sino en su poder deformante. Y sólo aparecen tres veces los espejos en TB, pero las tres con evidente intención deformadora. En la primera el hombre (don Celes) perturba con su presencia: “la dorada simetría de espejos y consolas(I,2,ii51); en la segunda se nos presenta la “perspectiva desconcertada de una estancia” y en la tercera:”ante el espejo que proyectaba las figuras con una geometría oblicua y disparatada(VI,3,ii,206).
La animalización es otro recurso del esperpento que Valle usa con profusión, asi: Tirano Banderas se aleja”con olisca de rata fisgona”(II,3,i,77); Nacho Veguillas para mantener el beneplácito del Tirano imita”el compás saltarín de la rana” (VII,1,iii,215); Tirano Banderas habla despectivamente de las “monas de la diplomacia europea”; y la máxima esperpentización animalizadora la reciben doña Lupita, cuando Nacho Veguillas la llama.”¡Sierpe biomagnética!” (III,2,vi,103) y Roque Cepeda, cuando Don Santos se disculpa por la detención y le halaga arteramente, le responde:”-Señor General(…) Oyéndole me parece escuchar a la Serpiente del Génesis”(VI,1,v,191).

Por lo que respecta al lenguaje ningún personaje tiene una lengua de origen real. Todos tienen un mismo lenguaje imaginario, el de Tierra Firme, que no es ni el castellano, ni el mejicano, ni el argentino, ni el cubano. Este lenguaje parece una síntesis de todas las hablas hispánicas y está formado por una base de español neutra y por voces de uso corriente en casi todas las repúblicas de Hispanoamérica; también hay americanismos inventados por Valle-Inclán y alguna voz achulapada y jergal.
Los diminutivos, coronelito, generalito tienen un significado sarcástico.
Significado de los nombres, Santos Banderas, es el Santo, el Salvador de sus súbditos. Es un santo que tiene poderes sobrenaturales para la superstición innata del indígena. Su apellido Banderas, refleja el nacionalismo de las nuevas repúblicas americanas: Tirano-santo-bandera corresponde a estado, iglesia y ejército, que es la eterna trilogía que ha minado las energías de los pueblos.
Don Celestino es un personaje celestinesco, que sirve de intermediario entre Santos banderas y el Barón de Benicarlés.
El Barón de Benicarlés en el juego de palabras es un invertido y el nombre que mejor le quedaría sería Isabel.
Las mujeres se llaman Gaudalupe (doña Lupita, Lupita la Romántica) que es el nombre más representativo de la mujer mejicana.

SIGNIFICACIÓN: Valle-Incán en una entrevista mantenida con Gregorio Martínez Sierra dice:”En cuanto a la trama (de TB) pensé que América está constituida por el indio aborigen, por el criollo y por el extranjero. Al indio, que tanto es allí alguna vez presidente como de ordinario paria, lo desenvolví en tres figuras: Generalito Banderas, el paria que sufre el duro castigo del chicote y el indio del plagio y la bola revolucionaria, Zacarías el Cruzado. El criollo es tipo que , a su vez, lo desenvolví en tres: el elocuente doctor Sánchez Ocaña, el guerrillero Filomeno Cuevas y el criollo encargado del sentido religioso,(…) don Roque Cepeda. El extranjero también lo desnvolví en tres tipos: el ministro de España, el ridículo don Celes y el empeñista Quintín Pereda. Sobre estas normas ya lo más fácil era escribir la novela”8. Atendiendo a los tres estamentos sociales que Valle cita, la novela desarrolla tres significados con entidad propia.
1. El tema del indio que aparece representado por la cadena causal iniciada por la borrachera del coronelito de la Gándara y la orden de arresto dictada por el Tirano, lo que traerá como consecuencia la clausura del congal(prostíbulo) y la triste historia de Zacarías el Cruzado.
2. Tema del criollo, que es el núcleo de la segunda cadena causal iniciada por la orden de arresto del coronelito de la Gándara y de don Roque Cepeda. El coronelito se adhiere a la revolución armada tramada por Filomeno Cuevas.
3. Tema del extranjero, que sería la tercera cadena causal dedicada a los sucesos y personajes del cuerpo diplomático, en especial aquellos sucesos relacionados con el Barón de Benicarlés y la Colonia Española representada por don Celes Galindo.
Si nos atenemos a criterios políticos podemos hacer una nueva clasificación de los personajes anteriores:
a) Personajes a favor de la tiranía, Tirano Banderas, don Celestino Galindo y el Barónde Benicarlés. Tirano Banderas es el eje central en torno a cual giran los demás personajes.
b) Personajes a favor de la revolución, Filomeno Cuevas, Zacarías el Cruzado y don Roque Cepeda. El eje resulta Filomeno Cuevas.
c) Personajes ambiguos, acomodaticios(en principio partidarios de la tiranía y después defensores de la revolución): Domiciano de la Gándara, el licenciado Nacho Veguillas y el coronel Ireneo Castañón. El eje de este grupo es el coronelito de la Gándara.
Filomeno Cuevas, personaje positivo y con buenas intenciones no triunfará en el intento de acabar con la tiranía establecida por la herencia hispana. El jefe intelectual de la revolución, don Roque Cepeda, también fracasará, como su posible modelo en Méjico, don Francisco Madero.
Hay dos propósitos en TB, uno ideológico y el otro estilístico. El primero sería la denuncia de la situación del indígena y la imposibilidad de la Revolución, porque se parte de la tiranía y se llega a la tiranía; ya en el prólogo, en los preparativos de la asonada se notan las intenciones del coronelito de la Gándara de alzarse con el poder, cuando discute con Filomeno Cuevas sobre la táctica a seguir, dice Domiciano: “Yo soy un científico, un diplomado en la Escuela Militar (prólogo,III,33) y en el epílogo se vuelve a destacar el coronelito:”(…) salió de las filas en un buen caballo, el Coronelito de la Gándara”(epílogo,iii,238).
La representación gráfica de la estructura de TB es una cruz, la que sufre el pueblo soportando a gobernantes no democráticos y, además, esa cruz lleva dos puntas en ambos extremos del brazo horizontal: prólogo y epílogo, que serían las dos puntas de lanza para librarse de la opresión. En el prólogo los preparativos de la insurrección y en epílogo la ejecución del tirano. Lástima que se destaque de la multitud armada la cabalgada del coronelito de la Gándara, con lo cual parece que se anuncia una nueva tiranía. Se va de la tiranía a la tiranía y, en medio, la ilusión o la alucinación de la revolución.
El propósito estilístico está más que logrado con la originalidad en el uso del lenguaje, con matices modernistas (en parodia) y expresionistas y además un adelanto del “realismo mágico” de la novela moderna hispanoamericana.
Al final de la novela vence la revolución, no se hace justicia, el tirano muere acribillado. La caída de Santos Banderas no propicia la aparición de una nueva autoridad democrática respaldada por una parte de los personajes y episodios de la novela. Sólo aparece una autoridad capaz de acabar con el tirano, pero no con la tiranía. Hay pues una repetición del caudillismo español.
Por otra parte tampoco parece casual que la muerte de Valle-Inclán coincidiera en el horizonte histórico con la aparición una vez más, del caudillo autóctono -generalísimo, no generalito- Francisco Franco y sus 40 años de dictadura. La novela de Santos Banderas en Tierra Caliente se hace realidad en España.
La novela se leyó mucho, fue un éxito de librería y no se ha dejado de publicar desde su publicación en 1926. Ha sido objeto de ediciones cuidadas por Alonso Zamora Vicente y Antonio Valencia en Espasa-Calpe. Se sigue leyendo y estudiando tanto en el ámbito académico como por el público lector.
Ha sido llevada a las tablas en tres ocasiones: por Enrique Llovet en 1974; por Lluis Pascual en 1992 y por Tomás Gayo en 2005.
Se ha realizado una película en 1993 por José Luis García Sánchez con Gian María Volontè interpretando a Santos Banderas.

NOVELAS DE VALLE-INCLÁN:
La cara de Dios, 1900; Sonata de Otoño,1902; Sonata de estío,1903; Sonata de primavera,1904; Flor de santidad,1904; Sonata de invierno; Serie La guerra carlista: Los cruzados de la Causa,1908, El resplandor de la hoguera,1909 y Gerifaltes de antaño,1909; Una tertulia de antaño, 1909; En la luz del día,1917; Tirano Banderas,1926; Fin de un revolucionario.Aleluyas de la Gloriosa,1928; Serie El ruedo ibérico: La corte de los milagros,1927,¡ Viva mi dueño!,1928, Baza de espadas:vísperas septembrinas,1932(incompleta) y El trueno dorado,1936 (fragmento).

BIBLIOGRAFÍA:
. Belic Oldrich. “Análisis de textos hispanos”. Edit. Prensa Española. Madrid, 1977.Interesa el artícilo: La estructura narrativa de Tirano Banderas.(pp.187-211)
. Dougherti Dru. “Guía para caminantes en Santa Fe de Tierra Firme. Estudio sistémico de Tirano Banderas. Edit Pr-textos. Valencia,1999.
. Gonzalo Díaz Migoyo.”Guía de Tirano Banderas”.Edit Espiral/Fundamentos. Madrid,1985
. Speratti-Piñero Emma Susana.”De Sonata de Otoño al esperpento”.Támesis Books Limited. London, 1968.
. Valle-Incán Ramón del. “Tirano Banderas. Novela de Tierra Caliente” (Introducción de Antonio Valencia). Selecciones Austral. Espasa-Calpe, madrid,1975
-“Tirano Banderas” (Edición de Alonso Zamora Vicente). Cásicos Castellanos. Espasa-Calpe. Madrid, 1978.


Madrid, 28 de septiembre de 2008
anastasioser1@yahoo.es



1 . Cita tomada de la Introducción de Alonso Zamora Vicente a TB. Espasa-Calpe.Madrid, 1978. Zamora Vicente cita a Alfonso Reyes, “Tertulia de Madrid”, pag,73-74, sin editorial, ni fecha ni lugar.
Estos son los dictadores:Doctor Francia: Dictador perpetuo de Parguay (1814-1840); Juan Manuel de Rosas: Argentina (1835-1852); Mariano Melgarejo: Bolivia (1864-1871), Carlos Antonio López: Paraguay (1844-1862), Porfirio Díaz: Méjico (1878-1911). La acción de TB coincide con el gobierno de Porfirio Díaz
2 Belic Oldrich. “Análisis de textos hispanos. Edit. Prensa Española. Madrid, 1977. “La estructura narrativa de TB”(pp.187-211)
3 .Valle-Inclán, Ramón del. “Tirano Banderas. Novela de Tierra Caliente”. Introducción de Antonio Valencia. Selecciones Austral. Espasa-Calpe.Madrid, 1975. Todas las citas textuales serán de esta edición y con el siguiente tenor: las partes en números romanos en mayúscula, los libros en cifras y los capítulos en romanos con minúscula y la página.
4 .Valle-Inclán Ramón del.”La lámpara maravillosa. Ejercicios espirituales”.Segunda Edición .Col. Austral. Espasa-Calpe.Madrid,1960 (pag. 32)
6. Speratti-Piñero,Emma Susana.”De Sonata de Otoño al esperpento.Aspectos del arte de Valle-Inclán”.London.Tamesis Books Limited, 1968. Pag. 96
7 .Valle-Inclán, Ramón del. “Luces de Bohemia” (Edición de Alonso Zamora Vicente). Espasa-Calpe.Madrid, 1993
8 Esteban, José. “Valle-Inclán visto por…Hablando con Valle-Inclán de él y de su obra”:Gráficas Espejo: Madrid, 1973. Pp.298-299

martes, 20 de mayo de 2008

LECTURA CRITICA DE "TROTERAS Y DANZADERAS" de R. Pérez de Ayala




Ramón Pérez de Ayala: Oviedo, 1881- Madrid, 1962

“Troteras y danzaderas” fue escrita durante la estancia del autor en Munich y publicada
por la editorial Renacimiento en 1913. La novela reproduce la vida literaria española en Madrid y también los ambientes políticos y galantes de la primera década del siglo XX.
La acción se sitúa cuando Alberto se despide de Fina en la novela anterior, “La pata de la raposa”, con la promesa de volver para casarse, después de conquistar la gloria literaria en Madrid. Alberto es ahora un educador de dos prostitutas, Rosina y Verónica. Rosina es la misma lugareña de “Tinieblas en las cumbres”, pero convertida en “artista de varietés” y amante de un político influyente, don Sabas Sicilia. Pero Rosina, mujer sensible, tiene con Teófilo- silueta bufa del poeta modernista, pobre hombre, hijo de un sacerdote sacrílego y verdadero protagonista de la novela- vínculos vitales y afectivos, y también literarios, aunque ella de quien está enamorada es de Fernando. Verónica, su compañera, más inteligente, voluntariosa y desinteresada, ocupa el primer plano de la representación femenina de la obra. Destacamos dos momentos: la visita de Rosina al Museo del Prado, acompañada por Teófilo, donde nos da una interpretación popular del cuadro de “Las Meninas” y la lectura de “Otelo” por parte de Alberto para Verónica.
Los otros personajes son evocados con cierta emoción, y a modo de charada va apareciendo una galería de personas con nombres supuestos o levemente reformados, de tal manera que los amigos de la pensión de Alberto responden a personas del mundo intelectual de la época: Monte-Valdés (Valle-Inclán), Antón Tejero (Ortega y Gasset), Bobadilla (Benavente), Raniero Mazorral (Maeztu).. “Troteras y danzaderas” fue considerada una novela clave del Madrid de comienzos del siglo XX.
El personaje central, Alberto (trasunto del autor), que no aparece hasta la segunda parte, no evoluciona. Ni siquiera le pasa algo importante. Se acuerda de su novia, escribe una novela y consigue cierta notoriedad, pero sin beneficio económico. Lo único que hace es introducirnos en la vida bohemia madrileña. En cambio Teófilo Pajares (Villaespesa) si evoluciona y pasa de un personaje caricaturesco a ser un hombre de dimensiones profundas y un personaje tragicómico con su complejidad humana y literaria.

Estructura: La novela se divide en cinco partes, cada una de las cuales lleva títulos simbólicos:
1ª Sesostris y Platón: Un galápago y un pez. En eta primera parte se presentan algunos de los personajes principales: Teófilo Pajares, Rosina, Monte-Valdés.
2ª Verónica y Desdémona: Toma el nombre de la lectura de “Otelo”, que Alberto Díaz de Guzmán hace a petición de Verónica.
3ª “Troteras y danzaderas”, que da título a la novela y narra los debuts artísticos de Rosina y Verónica.
4ª Hermes Trimegistro y Santa Teresa.
5ª Ormuzd y Ahriman: los dos principios opuestos que mueven el mundo.
Cada una de estas partes se divide en capítulos cortos, que en la primera edición llevaban números romanos, que fueron suprimidos en la segunda.
La novela se abre con una escena de sainete típicamente madrileño: el poeta modernista, harapiento y el matrimonio castizo de los porteros. Esta es la situación: Teófilo Pajares quiere subir a ver a su amada Rosina y la portera “señá Dionisia” se lo impide y, además, le llama tísico. Al final interviene la criada y se soluciona el conflicto. Los porteros hablan en lenguaje castizo madrileño, con errores: “fegurarse, púpila y méndigo (el acento), utilización de términos cultos, “lasus, quiprocuo, un hemistiquio” (pag. 52) 1. Estos dos personajes del sainete inicial (la “señá Dionisia y el señor Emeterio) harán mutis por el foro y no vuelven a reaparecer: “Y se engolfaron en las tinieblas del cuchitril”(pag. 54).
Pérez de Ayala utiliza la técnica del narrador omnisciente. Suele presentar a un personaje en acción y en seguida, interrumpe el relato para contarnos sus antecedentes; así lo hace con don Alberto Monte-Valdés (Valle-Inclán) (pag. 55).
Por otra parte el novelista ve el mundo como contraste y armonización de distintas perpectivas y esto trae consigo el empleo de la técnica perpectivística, así cuando se produce el incidente de Teófilo, enamorado de Rosina, que no ha podido evitar encontrarse con don Sabas, a quien no parece importarle las relaciones de Rosina con el poeta; nada de drama; pero cada personaje reflexiona para sus adentros. El autor transcribe sus pensamientos expresando sus puntos de vista. Y además juega con el punto de vista físico de la hija de Rosina, Rosa Fernanda- su altura y su horizonte mental. Y aún irónicamente apela a conocer el punto de “Sesostris”, el galápago: “Sería interesante conocer el punto de vista de Sesostris” (pag. 117).
Así pues nos encontramos con una estructura narrativa formada por cuatro partes de parecida extensión y un final más breve, un tanto dispersa y sin una trama argumental unitaria. Conocemos gran cantidad de hechos protagonizados por diversos personajes; se describen ambientes variados e interesantes, sobre todo de la bohemia literaria y artística de Madrid; también conocemos el talante del narrador: su ironía y escepticismo y todo ello es lo que da unidad a la novela.

Los personajes: Alberto Díaz de Guzmán es el protagonista de la tetralogía autobiográfica (Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G., La pata de la raposa y TROTERAS Y DANZADERAS) y “alter ego” del propio autor, que tomó el apellido de unos familiares de Logroño con quienes convivió unos meses. Alberto dibuja, escribe poesía y una novela. Tiene 30 años, la misma edad que Pérez de Ayala al escribir la novela. Pero Alberto no es el protagonista de “Troteras y danzaderas”, el verdadero protagonista es el ambiente artístico, bohemio e intelectual del Madrid de 1910. El personaje de más trayectoria es Teófilo Pajares, nacido como caricatura del poeta modernista y se eleva a héroe tragicómico. Alberto, por su parte, no consigue la gloria literaria a que aspira. Tampoco siente la llamada a intervenir en la vida pública que impulsa a Tejero y al final de la obra no se sabe con qué finalidad ha escrito su novela. También ha roto con su novia Fina, sin decir por qué: “-¿Y tu novia? – He roto con ella” (pag. 412). Alberto ha alcanzado la impasibilidad estoica.
Teófilo Pajares, el poeta modernista (trasunto de Villaespesa) es quizás, a figura más compleja de todas las que aparecen en la novela. La presentación de Teófilo con elogios hiperbólicos que le hacen: “algunos diarios de escasa circulación: El Príncipe de los poetas españoles, a cuyo paso debía tenderse(…) un tapiz de rosas” (pag. 48), es ya claramente irónica. Esta primera descripción nos ofrece rasgos ridículos junto a otros de signo neutro o positivo: “cierto desdén hacia las artes cosméticas. Lo insólito de su delgadez y el desaliño de la indumentaria”(pag. 48); en consonancia con el verso de A. Machado: “-ya conocéis mi torpe aliño indumentario”2. Así pues, la descripción inicial ya es tornasolada, no totalmente ridícula.
Teófilo ha cantado muchas veces a la muerte- una muerte literaria- pero se muere de miedo al oír el nombre de una enfermedad real y posible, que le llevará a la muerte, la tisis: “Su zozobra constante era si estaría tísico” (pag. 49) Teófilo está envenenado de literatura, de mala literatura, nacida de los libros y no de la experiencia vital. El poeta protagonista al final de la novela reafirma su dualismo, confesándole a su madre: “Siempre ha habido en mí dos naturalezas: una torpe y vil, simuladora, vana; otra sincera y leal, entusiasta y dadivosa”. (pag.416). Teófilo, pues, es un personaje, fruto de los excesos del modernismo, que no ha resuelto satisfactoriamente las relaciones entre vida y literatura, entre realidad e imaginación y termina convertido en un héroe tragicómico.
Rosina es una mujer hermosa. Es consciente de atractivo sobre los hombres. Es blanda sensual y voluptuosa, sobre todo voluptuosa. Juega al amor con el poeta Teófilo Pajares y recupera su destino con Fernando, el acróbata, su primer y definitivo amor. Mientras es amante del ministro don Sabas. Pero Rosina, a pesar de su profesión, está hecha para amar a un solo hombre, a Fernando, el que la hizo mujer. Teófilo enferma por su fracaso sentimental, pero comprende lo equivocado de su camino y abandona los falsos ideales, se muestra auténtico y se acerca a la verdad novelesca. Tanto Teófilo como Rosina no pueden dejar de ser lo que son. Teófilo muere pero no por la maldad de Rosina. No hay malvados en este folletín sino sólo un héroe tragicómico.
Verónica es joven, 23 años, morena y alegre. Su realidad familiar la empujado a una vida de “trotera”, que abandonará, cuando triunfe: “A partir de aquella noche de su gran éxito había abandonado la carrera azarosa del vicio mercenario para hacer vida humilde y honesta” (pag. 282). Verónica, por otra parte, destaca por su sensibilidad y por su capacidad de emocionarse, de ver las cosas por primera vez, sin necesidad de intermediarios culturales.
Don Sabas Sicilia es afectuoso, inteligente y liberal y amante ,por dinero, de Rosina. Se muestra escéptico. Su actitud ante Teófilo-cuando le arrebata la amante- en vez de reaccionar con celos o utilizar su poder, dice: “Me parece natural. Yo soy viejo tú eres joven: ¿cómo te voy a exigir fidelidad absoluta” (pag. 107).
Otro personaje es Conchita, la criada de Rosina, que representa la pasión y Angelón ríos es una figura simpática y vitalista con ciertos rasgos de donjuán.

El espacio: Los personajes de “Troteras y danzaderas” viven en Madrid, a comienzos del siglo XX (1910). La ciudad representa todo su horizonte vital, en ella sufren, sueñan, se aburren, hablan. Teófilo pasea con su amada por el Prado. El grupo de amigos termina su noche de juerga en la Bombilla. Rosina y Verónica debutan en el circo Price. Sixto Díaz Torcaz (Pérez Galdós) estrena en el Teatro Español. Teófilo baja distraído por la calle Huertas, cara el Botánico. Alfonso del mármol exhibe su impasibilidad jugando al baccará en le Liceo Artístico (El Círculo de Bellas Artes). Angelón y Alberto viven en la calle Fuencarral. Como vemos son todos lugares identificables hoy en día.
“Troteras y danzaderas” es una novela de ambiente, tanto como de personajes e ideas. Pérez de Ayala la escribe en Alemania e intenta reflejar unas horas de bohemia literaria, que ha vivido hace un año. Uno de los lugares principales de la vida intelectual y literaria es el Ateneo, allí da la famosa conferencia Raniero Mazorral (Maeztu) en 1910, por allí pululan bohemios y jóvenes promesas como Arsenio Bériz (García Sanchiz).
La acción de la novela se centra en las calles del barrio de las Letras: Huertas, Cervantes, Lope de Vega, Paseo del Prado, Atocha. Tan sólo en una ocasión la acción de la novela se desarrolla fuera de Madrid y es cuando Rosina y Teófilo, Verónica y Alberto van a pasar el verano a Ciluria (Asturias), identificado como Celorio en el municipio de Llanes.
Todos estos lugares, desaparecidos en su mayoría o muy cambiados, siguen vivos en estas páginas gracias a la magia literaria de Pérez de Ayala.

El tiempo: La novela apareció en Madrid en 1913, concretamente el 17 de febrero. Pérez de Ayala la terminó el 10 de noviembre de 1912 en Munich. El novelista se encontraba en noviembre de 1911 en Florencia, donde había ido pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios (JAE) para estudiar estética y al año siguiente va a Alemania; por lo tanto podemos aventurar que la escribe de noviembre de 1911 a noviembre de 1912.
Sin embargo el tiempo narrado corresponde a 1910 y el indicio más seguro nos lo da la famosa conferencia de Ramiro de Maeztu en el Ateneo, que recoge la novela:”Los intelectuales y la política”, con fecha del 7 de diciembre de 1910. Hay bastante coherencia cronológica en la obra, de tal forma que todos los hechos importantes tienen su base histórica en el Madrid de 1910 .
Así pues, Pérez de Ayala escribe- de fines de 1911 a fines de 1912- sobre unos hechos bastante cercanos, sucedidos en 1910 y desde Alemania. Esto favorece el recuerdo y proporciona cierta distancia mental para novelar los hechos vividos. Pérez de Ayala escribe una novela de clave con los nombres de los personajes y de los lugares madrileños levemente cambiados o camuflados.

Troteras y danzaderas”, novela de clave: Toda la crítica está de acuerdo que se trata de una novela de clave, donde los personajes aparecen con los nombres desfigurados. El propio Pérez de Ayala dice: “mi novela Troteras y danzaderas – mundillo de ficción, dentro del cual, con leve, transparente máscara y apenas disimulada, pulula regular acopio de figuras reales, las más señaladas y conspicuas de nuestra literatura actual”3.Ante una declaración tan rotunda del autor no cabe albergar dudas.
Ahora para descifrar las claves tendremos que recurrir a investigadores y eruditos: Joaquín de Entrambasaguas dice:”di con un ejemplar de “Troteras y dnzaderas” en su primera edición (…)- que se conserva en la Biblioteca del Ateneo de Madrid, en que un lector, muy enterado de todo(…), tuvo el capricho de anotar, al margen de su puño y letra, la identificación de los personajes, que por otra parte corroboran (…), ciertos rasgos inconfundibles que se dan el ellos”4. José García Mercadal, que trató mucho al escritor, en los últimos años de su vida y que se ha ocupado de reunir los artículos dispersos en libros también descubre las claves. Ambos proponen la siguiente lista:
Personajes García Mercadal Entrambasaguas
Antón Tejero Ortega y Gasset Ortega
Sixto Díaz Torcaz Gadós Galdós
Bobadilla Benavente Benavente
Monte-Valdés Valle-Inclán Valle-Inclán
Raniero Mazorral Maeztu Maeztu
Arsenio Bériz F. García Sanchiz F.García Sanchiz
Luis Muro Luis de Tapia Luis de Tapia
Don Sabas Amós Salvador Amós Salvador
Teófilo Pajares Marquina Villaespesa
Alberto Díaz de Guzmán Pérez de Ayala Pérez de Ayala
Rosina La Fornarina
Verónica Tórtola Valencia Antonia Mercé
(Consuelo Bello) “La Argentinita”
González Fitoria Hnos. Alvarez Quintero
Muslera Gacía Morente
Angelón Ríos Manolo Uría
Andrés Amorós identificó a Halcon-ete con Azor-in, nótese el diminutivo.
Pero lo esencial de la novela, como obra de clave, no son las identificaciones de los personajes, sino el ambiente, las personas y un tiempo que ya son historia, pero que a través de la lectura podemos revivir.

Significación: En cuanto al título, “troteras” la toma de la estrofa 513 del “Libro de Buen Amor” de Juan Ruiz: “Después fise muchas cantigas de dança e troteras”, y que viene a significar recaderas amorosas, cuyo personaje lo encarna Trotaconventos (precelestina), y “danzaderas” es una palabra inventada por el autor buscando la rima y la elección fue afortunada por la resonancia popular de este título, aunque en la novela no se hable sólo de “troteras y danzaderas”. Dos veces aparece el título en la novela, la primera cuando va a empezar el espectáculo de circo de Travesedo, dice: “Se encaminó al escenario(…), cuyos muros estaban casi cubiertos con cartelones llamativos, representnado payasos, acróbatas(…) troteras y danzaderas”(pag. 208), y la segunda en la última línea de la novela, que aparece repetido en el diálogo entre Enrique Muslera (García Morente) y Alberto Díaz de Guzmán (Pérez de Ayala): “¿Qué ha producido España? Y le contesta Alberto: -Troteras y Danzaderas, amigo mío; Troteras y Danzaderas”(pag.423).
El problema de España en la novela demuestra la filiación noventayochista de Pérez de Ayala, aunque pertenezca a la generación siguiente, la de 1914 o novecentista. Veamos esta descripción típicamente noventayochista: “ en una estación Palanquinos (León), nunca se me olvidará, después de una parada eterna y en medio de un silencio abrumador, oigo llorar a un niño. Vamos renuncio a expresar lo que en aquellos momentos sentí”(pag.273).
Sobre el tema de España Pérez de Ayala critica a los políticos, que sólo se preocupan del medro personal, luchan por el poder para poder disfrutar de él; y de los españoles dice que no aprecian el trabajo honrado.
Ramiro Mazorral habla de la bondad y de la laboriosidad. Don Sabas, el ministro, se ríe de la ingenuidad del noventayochista. Antón Tejero opina que es obligación de los jóvenes hacer política activa contra la corrupción de la España oficial. Alberto Díaz de Guzmán (portavoz del novelista) matiza.” Lo que hace falta es una educación estética que nadie curó de darle” (186).
Pero además del tema de España, Pérez de Ayala ha utlizado la historia de Alberto para componer una novela de clave- como se ha dicho-, de crítica literaria, de digresiones y de costumbrismo artístico madrileño. Pero Alberto ya no es el protagonista, apenas actúa, no evoluciona. Escribe una novela. Se acuerda de Josefina, su novia lejana y rompe con ella sin dar explicación alguna. El verdadero protagonista, aunque la novela es bastante coral, es Teófilo Pajares. Con él empieza la novela, es protagonista del sainete incial y con él acaba la novela. Le suceden cosas. Evoluciona de la caricatura ridícula a hombre dolorido, del tal forma que se convierte en el héroe tragicómico final.
En “Troteras y danzaderas” hay gran cantidad de temas (España, literatura, costumbrismo, el amor…), pero al fondo de todo en esta novela realista y de estructura dispersa, está el Madrid de 1910: el testimonio lleno de vida de un momento y de un ambiente que ya son historia, una mirada prustiana a un tiempo ido.




Novelas de Pérez de Ayala:

1º Época: La tetralogía autobigráfica: Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G, La pata de la raposa y TROTERAS Y DANZADERAS.(1907-1913)

Transición. Prometeo, Luz de domingo, La caída de los limones (1916)

2ª Época: grandes temas: Belarmino y Apolonio, Luna de miel, luna de hiel, Los trabajos de Urbano y Simona, Tigre Juan y El curandero de su honra. (1921-1926)

Ediciones de" Troteras y danzaderas":

1. Troteras y danzaderas (Novela). Madrid. Renacimiento. Imprenta Prudencio Velasco. 1913
2. Edit. Mundo Latino. O.C. Tomo VI. Madrid, 1923
3. Edit. Pueyo S.L. O.C. Tomo VI. Madrid, 1930
4. Edit Espasa-Calpe. Buenos Aires, 1939
5. Edit Losada. Buenos Aires, 1942
6. O. C. de R. P. de Ayala, tomo I. Aguilar, Madrid, 1964
7. Edit EDAF. Madrid-BB.AA,1966
8. Clásicos Castalia.Edición de Andrés Amorós. Última edición en 1991 (agotada). Madrid, 1973
9. O. C. de R. P. de Ayala. I. B. de Castro. Madrid, 1998

BIBLIOGRAFÍA:
-Amorós Andrés. Vida y literatura en “Troteras y danzaderas”. Castalia. Madrid, 1973
-Entrambasaguas Joaquín de. “Las mejores novelas contemporáneas, 1925-1929”.Tomo VII. (Con la colaboración de Pilar Palomo). Edit Planeta. Barcelona, 1973
-Nora Eugenio de .”La novela española contemporánea. Vol. 1. Gredos, 1963
-Pérez de Ayala, Ramón. “Troteras y danzaderas” (Edicón de Andrés Amorós). Clásicos Castalia. Madrid, 1973

REVISTAS:
-Cuadernos Hispanoamericanos, 307-308 (Enero-Febrero, 1981)
-Ínsula, 404-405 (Julio-Agosto,1980)
-Los Cuadernos del Norte (Junio-Julio, 1980)


Madrid, 7 de mayo de 2008


Anastasio Serrano

1 . Pérez de Ayala, Ramón. “Troteras y danzaderas” (Edición de Andrés Amorós). Clásicos Castalia. Madrid, 1973. Todas las citas textuales corresponderán a esta edición.
2 .Machado Antonio.”Poesías Completas”. (Edición de Manuel Alvar). Coección Austral. Espasa-Calpe.Madrid,2004. De “Campos de Castilla” (1907-1917).”Retrato” pag. 150
3 Tapia Luis de.”Sus mejores versos”. Colección los Poetas, 1929. Esto lo dice Pérez de Ayala en :Prólogo a Luis de Tapia.
4 Entrambasaguas Joaquín de .”Las mejores novelas contemporáneas”, 1925-1929.Tomo VII. Edit. Planeta. Barcelona, 1973 (pag. 320)

jueves, 13 de marzo de 2008

ANÁLISIS Y ESTRUCTURA DE "LA BUSCA" de Pío Baroja




ANÁLISIS Y ESTRUCTURA DE “LA BUSCA” de Pío Baroja
Por Anastasio Serrano

Pío Baroja (San Sebastián, 1872- Madrid, 1956)

“La busca” es la primera de las novelas que forman la trilogía “La lucha por la vida” (“Mala hierba” y Aurora roja” son las otras dos). El título de la trilogía procede de “El origen de las especies” de Darwin. La primera versión de “La busca” apareció por entregas en el diario “El Globo” en 1903. La segunda edición no es una simple reproducción de la primera, sino que Baroja retocó, modificó y amplió el texto de la primera versión y en 1904 se publicaron por separado las tres novelas tal como hoy las conocemos por la librería-editorial de Fernando Fé. En la primera versión aparecía una “Introducción del autor: El autor se presenta a sí mismo. Ideas pedagógicas sobre mi padre” (…) y en la edición de 1904 lo quitó, porque desentonaba de la temática de la novela. En dicha introducción el autor, desfigurado bajo la máscara de un abogado ocioso, finge conversar con un amigo al que le comunica su proyecto de escribir una novela titulada “La busca” en la que se propone: “pintar a mi familia en su desarrollo, en las distintas capas o costras sociales donde ha vivido: la ciudad, el campo…”, y añade: “En Madrid, comenzaré por los golfos y seguiré hacia arriba, pasando por el obrero (…), el comerciante grande, el trepador, hasta llegar al aristócrata”1.
Parece claro que Baroja, aún sin un plan prefijado, tenía el proyecto de esbozar un amplio fresco de la sociedad madrileña, aunque luego se centró en el inframundo de los mendigos y delincuentes, en las gentes humildes y en el despertar de las reivindicaciones obreras. Muchos años después al evocar sus primeros pasos como escritor, dice Baroja: “El convivir durante algunos años con obreros, panaderos (…) el tener que acudir a veces a la taberna para llamar a un trabajador (…), me impulsó a curiosear en los barrios bajos de Madrid, a pasear por las afueras y a escribir sobre la gente que está al margen de la sociedad”2. Y añadía Baroja que este tipo de literatura se encuentra en la novela picaresca, en Dickens, en la novela folletinesca francesa de los “bas fonds” (“Los misterios de París” de E. Sue).
Y que la trilogía debía tener muchos personajes es algo que Baroja debió tener claro antes de comenzar, como se desprende de estas palabras del prólogo aparecido en el “El Globo”:”Los tipos que no tenga los inventaré. Los procedimientos son fáciles; por ejemplo reúno el mal humor de uno con la avaricia del otro y la cazurrería del de más allá y hago un tipo(…). Veo un señor glotón, gordo y bastante bruto, pues de ese señor hago tres señores, uno glotón, otro gordo, y otro bastante bruto”3. Además Baroja mostró siempre una gran afición a la pintura de tipos singulares y éstos con sus vidas sombrías constituyen el fondo donde transcurren los años de adolescencia y juventud de Manuel Alcázar, desde su llegada a Madrid, hacia 1888, hasta 1902, cuando es dueño de una imprenta y acaba de casarse con la Salvadora.

En este trabajo nos vamos a ocupar sólo de “La busca” y este es su argumento: Manuel Alcázar, un adolescente inclinado a la vagancia, va a Madrid para reunirse con su madre, la Petra, que trabaja de criada en una casa de huéspedes regentada por doña Casiana. Antes había vivido con sus tíos en un pueblo de Soria, pero, al no querer seguir estudiando, éstos lo envían a Madrid. En la pensión comienza a ayudar llevando recados y ocupándose de algunas tareas domésticas. Va conociendo a los huéspedes, gentes de clase media venida a menos, que luchan por mantener las apariencias. Entre ellos destaca Roberto Hasting, estudiante de origen inglés, que trata con cordialidad a Manuel. Un día, Manuel tiene un altercado con uno de los huéspedes y tiene que abandonar la pensión.
Su madre lo coloca de aprendiz en el taller de zapatería de un pariente, el señor Ignacio. Allí conoce a sus primos, Leandro y Vidal, haciéndose amigo de Vidal. Vidal le lleva con él en sus correrías por los suburbios, donde se relaciona con golfos como el “Bizco”. Después Manuel sirve de guía a Roberto Hasting, interesado en encontrar a una mendiga. Esta búsqueda les lleva a visitar diversos lugares de los barrios miserables y a conocer a don Alonso, el “Titiri”, curioso personaje, aficionado a contar historias increíbles, basadas en sus viajes como artista de circo. Al mismo tiempo es testigo de los amores desgraciados de su primo Leandro, que está enamorado de la Milagros. Ésta no le hace caso y coquetea con el “Lechuguino”, que tiene más posibles.Los amores tienen un final trágico. Leandro, loco por celos, mata a la Milagros y después se suicida.
La tragedia causa al señor Ignacio una profunda depresión, y abandona su trabajo en la zapatería. Manuel tiene que irse de la casa y se coloca de aprendiz en una tienda de pan y verduras, conviviendo con el dueño, el tío “Patas” y su familia. Está con ellos poco tiempo, porque no quiere pagarle el jornal. Su madre lo lleva a una tahona, donde trabaja duramente a las órdenes de Karl, un alemán aficionado a las novelas sentimentales. Cae enfermo y se aloja en la pensión. Una vez repuesto, intenta seducir a la sobrina de la patrona, pero es sorprendido y despedido. Empieza a vagabundear y encuentra a Vidal y al “Bizco”. Los tres deciden formar una sociedad para dedicarse a la golfería. La madre de Manuel enferma y muere en la pensión asistida por su hijo. A partir de ahí se lanza a la vida de vagabundo, entrando en contacto con otros golfos de la periferia. Un día encuentra a Roberto, que le explica que está intentando probar un parentesco que le daría derecho a heredar una inmensa fortuna. Manuel le escucha asombrado, pero no le cree. Siguiendo con su vida de golfo, intenta robar en una casa abandonada con Vidal y el “Bizco”. Un día lo encuentra el señor Custodio, un trapero que le propone que trabaje para él. Manuel acepta y va a vivir a la chabola del trapero. Pronto se adapta a la vida ordenada del señor Custodio y se enamora de su hija la Justa, pero ella no le hace caso y entra en relaciones con el “Carnicerín”. Cuando la Justa y el “Carnicerín” se casan, Manuel despechado, abandona la casa y torna la vida golfa. Va a parar a la Puerta del Sol, donde se une a los golfos que duermen en plena calle al calor de las calderas del asfalto. Allí reflexiona sobre su vida y decide convertirse en un hombre honrado: “Comprendía que eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas (…).Para unos, el placer, el vicio, y la noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía ser de éstos, de los que trabajan al sol, no de los buscan el placer en la sombra”4. El final de la novela, que no constituye el desenlace de la historia, sino el cierre de la primera parte, no puede ser más explícito.

Estructura : “La busca” designa el oficio realizado por los traperos que van a la busca de las basuras para seleccionar aquello que pueda ser aprovechado para su venta. Ahora bien el título se refiere a dos clases de busca: la material y la búsqueda del orden social de Manuel o Roberto Hasting de una herencia imaginaria.
“La busca” está dividida en tres partes, que corresponden con tres fases de la vida de Manuel. La primera parte está formada por cuatro capítulos en los que se narra la llegada de Manuel a Madrid y su vida en la fonda de doña Casiana. La segunda parte se centra en la zapatería y en la vivienda del señor Ignacio y consta de 9 capítulos. Manuel se introduce en los barrios bajos donde vive el subproletariado y conoce el mundo del hampa. La tercera parte relata el viaje de Manuel al mundo de la vida maleante y al trabajo humilde del suburbio. Consta de 8 capítulos y en ellos se cuentan las aventuras de Manuel desde la muerte de su madre hasta concluir en las calderas del asfalto en la Puerta del Sol.
“La busca” es una novela abierta y su final deja suspenso el relato de la vida del protagonista que continuará en “Mala hierba” y “Aurora roja”. Carece de desenlace. Baroja pretende narrar los años de aprendizaje -la adolescencia- de Manuel Alcázar sin demostrar ninguna tesis. Se limita a ofrecer a los lectores una pintura de los ambientes por donde transita el personaje central y los hombres y mujeres con los que se relaciona y convive, hasta llegar al final, que se produce sin que hayan concluido ni el aprendizaje, ni su peripecia personal. Manuel aparece como un adolescente sin conciencia precisa de lo que quiere, que vive dejándose llevar por la madre o por sus amigos. Al final de “La busca” queda indeciso, examinando dos posibles salidas: la de los noctámbulos y la de los trabajadores, y piensa que deberá integrarse en el mundo del trabajo honrado, pero sin una decisión rotunda.
Las tres partes de la novela están divididas en capítulos numerados en romanos y encabezados por un sumario que nos informa de su contenido. Veamos el ejemplo del capítulo II: “La casa de doña Casiana. Una ceremonia matinal,.Complot. En donde se discurre acerca del valor alimenticio de los huesos. La Petra y su familia. Manuel: su llegada a Madrid”.El fragmentarismo de estos sumarios refleja el deseo de Baroja de reproducir la realidad como un mosaico, recogiendo aspectos de la vida muy variados. Baroja más que el encadenamiento lógico del relato (planteamiento, nudo …) de la novela decimonónica, lo que pretende es la pintura de ambientes, que se relacionan con Manuel, aun cuando, a veces, sea un mero espectador. Baroja, pues, no relata a la manera clásica, siguiendo un línea argumental que lleve al lector de principio a fin de la novela. Se sirve de la técnica impresionista , con unas cuantas escenas, pero que contempladas en su conjunto se obtiene un visión totalizadora y llena de sentido.
Otro rasgo interesante de la estructura es la intervención del autor en la obra, adoptando una postura irónica. El autor se pregunta sobre cuál de los tres relojes marcaría la hora verdadera de la acción y después ya entra de lleno en el relato (I, 1, 14). Y en el párrafo que empieza: “El madrileño que (..) se encuentra en los barrios pobres (…) hállase sorprendido ante el espectáculo de miseria y sordidez, de tristeza e incultura que ofrece las afueras de Madrid. En este y otros párrafos (...) tenía ya alguna esperanza (…) llegar algún día a la Academia Española” (II, 1, 45). Salvo en estas dos intervenciones Baroja trata de relatar con objetividad y mantenerse al margen de la acción y adopta la postura del narrador omnisciente.

Espacio: La acción de “La busca se sitúa en Madrid que, como centro administrativo, ocupaba a muchos funcionarios y además tenía un incipiente desarrollo industrial. Baroja concibe el espacio de la novela en tres áreas: el centro, el extrarradio y las afueras. Manuel recorrerá estos tres espacios empujado por el azar, en busca de trabajo o tratando de sobrevivir. Su aprendizaje de la vida se va produciendo a medida que se aleja del centro hacia el extrarradio, donde conoce el subproletariado, y hacia las afueras donde conoce el mundo del hampa. Su viaje termina con el retorno al centro de la ciudad, punto de partida.
Dentro de estos espacios tenemos los interiores como las viviendas y calles oscuras, sucias y estrechas, que producen una sensación de asfixia y náusea. La fonda de doña Casiana permanece siempre a oscuras y está peor iluminada de día que de noche. El Corralón del tío Rilo tiene un patio siempre sucio y lleno de trastos inservibles. La tienda del tío Patas, la tahona, la taberna de la Blasa o las cuevas donde duermen los golfos son lugares siniestros y mugrientos. Sin embargo Manuel, pese a su rechazo se ve vinculado a estos lugares por su trabajo, por su familia o por su vagabundeo.
En contraste con estos espacios interiores tenemos las descripciones de paisajes abiertos en los que la luz brilla, aunque, a veces, se siente acosado por el frío, el hambre y la soledad. En general estos paisajes son visiones de Madrid desde la lejanía de las afueras, y en una perspectiva que va de abajo a arriba: “Se veía Madrid envuelto en una nube de polvo, con sus casas amarillentas. Las altas vidrieras relucían a la luz del sol poniente”(II, 1, 56). Visto desde la lejanía Madrid aparece, otras veces, como algo deseable y atractivo. Desde una taberna del extrarradio Madrid contempla Madrid en alto: “ A la luz roja del sol poniente ve brillar las ventanas con resplandor de brasa” (III, 1, 130). Esas ventanas centelleando al sol sugieren interiores acogedores, comida abundante y seguridad. Pero Manuel las contempla desde la lejanía y está solo. Otras veces la mirada es desde arriba, desde Madrid y se ven los barrios de las afueras: “quedó en el viaducto mirando desde arriba a la gente que pasaba por la calle Segovia(…) la carretera de Extremadura trazaba una línea quebrada(…) Aquel sereno, aquel triste paisaje (…) con su hosquedad torva y fría le llegaba a Manuel al alma”(II,9,113).
Sin embargo cuando le acoge el señor Custodio,Manuel se siente a gusto en la hondonada, en un medio que parecía propio para él: “Aquella tierra formada por el aluvión diario de los vertederos (…) le parecía a Manuel un lugar a propósito para él, residuo también desechado de la vida urbana”(III, 6, 169). El protagonista proyecta sus estados de ánimo y sus impresiones personales en el paisaje, que se convierte, así, en un retrato social.

El tiempo: Según las referencias del texto el tiempo real de la peripecia vital de Manuel que se relata en “La busca” abarca tres años y medio de 1888 a 1891 y Manuel tiene 13 ó 14 años al comienzo y 18 al final. El primer año, Manuel llega a Madrid en el verano de 1888 y en el invierno visita la taberna de la Blasa (II, 5, 77). El segundo año (II, 6 y II,1) se celebra la kermese de la calle de la Pasión una noche de agosto; la muerte de Leandro tiene lugar a principios de otoño y Manuel pasa tres meses con el tío Patas. El tercer año, Manuel trabaja dos meses en la tahona; la Petra muere el domingo de Piñata; Manuel vive durante el verano protegido por el Bizco y Vidal; un trapero el señor Custodio, le acoge a primeros de noviembre. El cuarto año vive con el trapero; en el verano acompaña a la familia a los toros; en noviembre se marcha por celos de la Justa y va a parar a la Puerta del Sol, donde termina la novela.
Baroja manipula el “tempo” o ritmo narrativo de la novela. En la primera parte se relatan dos meses largos de la vida de Manuel, mientras que en la segunda parte se condensa algo más de un año y medio y en la tercera algo más de dos años. En la fonda de doña Casiana, donde acumulan muchos sucesos, el tiempo transcurre lento. Pero en la tienda del tío Patas, donde a Manuel no le sucede nada nuevo, el autor resuelve el episodio en dos páginas.
Baroja no pretende aburrir al lector por eso condensa ciertos periodos largos de la vida del protagonista y la complementa con historias de otros personajes para evitar la monotonía. Cumplen esta función los episodios del “Titiri”, la descripción de las habilidades de los Aristas o el relato de la vida de los Piratas. Otras veces el ir y venir de Manuel por distintos lugares mantiene el ritmo del relato y rompe la rutina de la acción.

Los personajes: El número de personajes de “La busca” es muy elevado. Se pueden contabilizar un total de 86 personajes individuales y 17 colectivos. Baroja hace una presentación somera del personaje, que luego va completando con referencias a sus rasgos físicos. También nos informa a través de los demás personajes.
El nombre de alguno personajes puede tener connotaciones simbólicas, como Manuel, que en hebreo, “Emmanuel”, significa “Dios con nosotros”, el cual actúa de testigo y partícipe del mundo que va a recorrer. También el señor Custodio, remite a la figura del ángel de la guarda, ya que el señor Custodio rescata Manuel del mal y lo protege en un momento de incertidumbre.
Dentro de los personajes individuales tenemos a Manuel Alcázar, protagonista y testigo de “La busca”. De Manuel dice su madre, el maestro y sus tíos que es revoltoso y díscolo, indolente y holgazán. Manuel es un ser apático que se deja llevar por las circunstancias. Pero otras cualidades le permitirán integrarse en el orden social, como la capacidad de adaptación, el sentido de la justicia y el horror a la violencia. Manuel tiende al bien y al orden. Manuel es un personaje noventayochista, lleno de frustraciones, falto de energía vital, que comienza su aprendizaje de la vida dando tumbos. Se incorpora una y otra vez al mundo del trabajo, pero fracasa y por necesidad se ve forzado a entrar en el mundo del hampa. Al terminar este aprendizaje ha hecho dos conquistas: las busca de sí mismo y una toma de postura ante el mundo: “dejar la vida de pícaro y ser de los que trabajan al sol, no de los que buscan el placer en la sombra (III,8, 190). Hasta que toma esta decisión ha luchado por sobrevivir. Conoce a varios amos, aprende oficios y convive con el hambre y la maldad. En una progresiva degradación social y moral conoce la realidad del mundo y actúa como testigo poniendo al descubierto las lacras morales y sociales de un mundo en apariencia honrado y justo.
Los amos de Manuel: El señor Ignacio es un zapatero, seco y enjuto, con poca salud. Es bondadoso e irónico. Su posición política es la de liberal y contrario al clero. La muerte de su hijo Leandro le hace enfermar y dejar la zapatería. Trata bien a Manuel y se siente protegido. A partir de aquí comienza el proceso de degradación.
El tío Patas, propietario de un puesto de verduras, es un gallego explotador y avaro, que no pagaba a Manuel y le hacía vivir en medio de la oscuridad y el olor a berza podrida. La impresión de encierro que siente, le hace añorar la libertad de los paseos diarios con su primo Vidal. El tío Patas responde al modelo de amo avaro de la novela picaresca. Otro rasgo peculiar es el de su animalización. Baroja lo compara con un buey (“un gallego pesado como un buey”) y sus piernas pasan a ser patas.
Karl Schneider, el hornero alemán, tercer amo de Manuel, es un joven de 24 años, huido de su país para no hacer el servicio militar. Karl es un romántico, tiene buena salud y es disciplinado. Protege a Manuel. Karl representa en la novela la fuga de un mundo sórdido y alienante a través de la ensoñación y el idealismo.
El señor Custodio, trapero de profesión y último amo de Manuel, es un hombre viejo, serio y bondadoso, muy trabajador, constante y buen negociante. Tiene rectitud moral, ama a sus dos hijos y cuida a Manuel como a un hijo. El señor Custodio desempeña en la novela un papel fundamental; y de la misma forma que recoge, ordena y recupera las basuras, también recoge a Manuel, lo recupera para el orden social, la moral y la vida del trabajo, salvándolo de la alienación y el desorden que impera en la vida del hampa. El ejemplo de su conducta, despierta en el muchacho el deseo de integrarse en ese mundo ordenado que le resulta confortable y decide romper con su vida de golfo.
El primo Vidal mantiene una relación muy estrecha con Manuel. Es un chiquillo menudo y muy despierto. Poco amante del trabajo, le gusta callejear por las afueras, sueña con llevar una buena vida y le gusta hablar de mujeres y de dinero. Vidal termina entregándose a la vida de randa y se dedica a robar y a vivir de las mujeres. Su deseo es habitar en la ciudad y vivir al amparo de una golfa que gane un buen dinero: “Hay que dejar las afueras y meterse en el centro -decía Vidal” (III, 5,160). Vidal es el tipo acabado de golfo y se lanza a la vida fácil con entusiasmo: “Es lo que tú debes hacer-dijo Vidal. Venirte con nosotros. ¡Si esta es un a vida de chipendi!” (III, 1, 128).
Leandro, hermano de Vidal, es un mozo robusto, de genio brusco e irascible, que lleva mala vida. Su brutalidad natural entorpece sus relaciones amorosas y fracasa con la Milagros. Finalmente su obcecación le lleva a matar a su novia y a suicidarse. Leandro encarna un tipo de golfo distinto de su hermano Vidal. No sabe controlar sus impulsos, no usa la inteligencia y acaba siendo víctima de sí mismo.
Los Rebolledo, padre e hijo viven en la corrala y Manuel admira en ellos el talento y la maña. El padre es barbero e inventor, contrahecho y enano, pero con cara inteligente. El hijo Perico, es alto y delgado y aficionado al dibujo.
Los Aristas, amigos de los Rebolledo y de Manuel, también viven en la corrala, el mayor el “Aristón”, es un joven zanquilargo y tartamudo y le gusta todo lo relacionado con la muerte. El pequeño era aficionado a hacer cabriolas y ejercicios gimnásticos. Ambos trabajaban en la fundición. Con los Aristas y los Rebolledo, Baroja nos presenta a unos personajes que queman inútilmente su energía, que bien encauzada, podía dar sus frutos. Para Manuel representan un mundo ordenado y un potencial de energía positivo. No son delincuentes.
Roberto Hasting, estudiante rubio, de ojos de acero, es razonador y dogmático. Opina que el hombre debe ser ambicioso y preocuparse del porvenir. A través de él Baroja expone la ideología del superhombre nietszcheano. Es el portavoz de Baroja y tutor ideológico de Manuel. Es el único huésped de doña Casiana que defiende a Manuel, cuando se pelea con el comisionista y, además trata de inculcarle sus valores: “Si quieres hacer algo en la vida, no creas en la palabra imposible. Nada hay imposible para una voluntad enérgica.” (II, 3, 70). Roberto Hasting consigue la herencia, que no cree Manuel, porque emplea toda su energía en seguir pequeñas pistas sin desanimarse.
El Titiri es un hombre flaco, de aspecto cómico, una mezcla de humildad y jactancia. Viejo titiritero, se llama Alonso Guzmán Calderón y Téllez. Baroja ironiza contrastando el pomposo nombre y sus resonancias literarias con su modesta situación y su afición a contar novelas de aventuras.
El “Bizco” es el representante de los golfos más marginados y antisociales. Sus instintos agresivos le empujan hacia la delincuencia. La descripción que hace Baroja es por completo negativa: “Era un bruto, una alimaña, digna de exterminio (…) su cráneo estrecho, su mandíbula fuerte, su morro, su mirada torva, le daban aspecto de brutalidad y animalidad repelentes” (III, 4, 72 y 73). Manuel desde el principio siente repulsión al Bizco. Su presencia le causa desazón. Baroja, en la” sociedad de los tres”, nos muestra tres grados de marginación social, tres tipos de golfo: el Bizco lo es por instinto; Vidal porque aspira a una vida fácil, Manuel por falta de voluntad para seguir las ideas morales. Su conciencia y su sensibilidad serán las fuerzas que le permitirán salvarse.
La mujeres, Leandra, esposa del señor Ignacio, es una mujer descuidada y malhumorada siempre. Su hermana ,Salomé, tiene unos hermosos ojos y un aire decidido y alegre. Es muy laboriosa y trabaja de costurera . Tiene buen carácter, pero vive amancebada con un chulo y tiene dos hijos.
La mujer del señor Custodio es ordenada y pulcra, sabe crear a su alrededor un clima de bienestar. Ella y Salomé son las dos únicas mujeres felices en este mundo desesperado.
La Milagros es una muchacha esbelta y ambiciosa. Le gustan los chulos. Juega con Leandro del que , en el fondo está enamorada, sin prever las consecuencias de su actos. Ella y la Justa pretenden ascender socialmente a través de un matrimonio ventajoso, pero se quedan en el camino. La Justa provoca la lujuria de Manuel para luego rechazarlo.
Hay también en la novela adolescentes que se dedican a la prostitución, la Mellá,la Goya, la Rabanitos y la Engracia. Tienen entre 13 y 18 años. Buscan protectores que las defiendan de la policía. Baroja describe a estos cuatro personajes con ternura. Su origen humilde las empuja a “otra busca”. No tienen dignidad personal y creen que la vida es tal como ellas la conocen y viven.
También hay personajes colectivos como las damas de la Doctrina, mujeres vestidas de negro, a las que los golfos llaman “marquesas”, que reunían los viernes a los mendigos para enseñarles la doctrina cristiana.
A los gitanos se les pinta como vagos y aficionados al baile y a la vida nómada. Hay además chulos, busconas y celestinas, trasnochadores y obreros que van al amanecer al trabajo.

En cuanto al estilo, Baroja halla en “La busca” un estilo propio y original, después de algunas tentativas en sus novelas anteriores y lo mantendrá en lo esencial en su producción posterior. Pero no se trata de un hallazgo casual, sino del resultado de un esfuerzo consciente. En un artículo de 1903 decía:”Para mí lo primero (…) es que el escritor escriba con espontaneidad, con personalidad (…)El escritor debe echar mano de todo, de neologismos, giros extranjeros. Este será el escritor moderno, y si sabe emplear los recursos bien tendrá estilo, será escritor y artista” (OC. VIII,847).
El estilo de “La busca” se basa en las frases y párrafos cortos y en las construcciones coordinadas, que en la época se consideraban novedosos y hasta poco elegantes. Predomina un estilo sobrio y conciso con algunas concesiones a la ironía como sucede con el pasaje de los tres relojes con que se inicia la novela (I, 1,13). También muestra un estilo irónico en un párrafo en el que parodia el estilo folletinesco, lleno de retórica, pero renuncia a él: “ y sigo con mi cuento en un lenguaje más chabacano” (II, 1,45)

Las descripciones son abundantes. Sin romper el ritmo de la narración introducen enumeraciones de detalles de los personajes, ambientes o paisajes. Baroja describe el aspecto físico y el carácter de los personajes. Concede mucha importancia a la expresión del rostro. La degradación física y moral de los marginados puede leerse en sus rostros:”¡Qué pocas caras humanas hay entre los hombres! En estos miserables no se lee más que la suspicacia (…), la mala intención” (II,3,66).
En “La busca” hay numerosos retratos donde los personajes se animalizan. “La cara del Bizco producía el interés de un bicharraco extraño (…), la frente estrecha, la nariz roma (…) le daban el aspecto de un mandril grande y rubio” (II,1,54). A veces la descripción de los personajes adquiere tintes tremendistas, así describe a las viejas que iban a la doctrina:”viejezuelas esqueléticas, de boca hundida y nariz de ave rapaz; mendigas vergonzantes con barba verrugosa” (II,3,65).
Baroja contempla los ambientes y los habitantes de los suburbios con mirada desolada, pero nunca lo hace desde una perspectiva de exaltación de los marginados como rebeldes opuestos a las normas de la sociedad.

En los diálogos de los personajes de los suburbios predomina el lenguaje de los marginados, llenos de voces malsonantes y jergales. También reproduce las peculiaridades fonéticas del habla madrileña: honrá, toos, menuo. Aparecen, también, con profusión vocablos del caló y de los marginados como najarse, jamar, manró, jinda, apandar etc.
Los personajes hablan según su condición social. Manuel utiliza un lenguaje de nivel medio, ni culto ni vulgar y ello hace que el habla de Manuel se distinga de la de los golfos, mucho más vulgar. Roberto Hasting es quien maneja un registro lingüístico más culto. El “Titiri también tiene su habla peculiar, con expresiones retóricas y populares, con palabras inglesas y francesas pronunciadas a su manera: torre Infiel, jai laif, Niu Yoc.

Significación: “La busca” presenta los conflictos sociales del Madrid de fin de siglo concretándolos en las relaciones del individuo con la colectividad y en el enfrentamiento entre los deseos de los personajes y la cruda realidad. Los personajes, salvo Roberto Hasting y el señor Custodio carecen de preocupaciones sociales y de ideología política. Creen que la vida es una lucha despiadada en la que fracasa la mayoría y sólo unos pocos triunfan. A ninguno de ellos se les ocurre que las cosas pueden cambiar. Baroja presenta al lector un fresco vivo de la sociedad, lleno de dificultades, como corresponde a una sociedad en crisis. Está terminando el siglo XIX y sus modos de vida ya no se adaptan a una nueva realidad económica y social que se apoya en una industria incipiente, pero que no absorbe a ese proletariado de la afueras. Todavía el proletariado urbano no ha adquirido plena conciencia de clase, pero ya han surgido los primeros movimientos anarquistas y socialistas.
El mundo burgués, vulgar y decadente, queda reflejado en la referencia a las damas (las marquesas) de la Doctrina que , bien vestidas y cuidadas, acuden a practicar la caridad. Baroja muestra a través de ellas la incomunicación entre la burguesía y la clase social a la que pretenden redimir. Este subproletariado irredento reacciona con manifestaciones de desprecio a esa burguesía trasnochada. Esto es lo que piensan los golfos de la caridad:”Para los golfos todo aquello no era más que un piadoso entretenimiento de las señoras devotas” (II,3,68).
“La busca”, pues, se inspira en la vida real para narrar la historia de los desheredados con enorme fuerza expresiva. La obra posee unidad temática y estructural. La obra tuvo buena acogida por el público. Se valoró en ella la muestra de una realidad distinta de la visión casticista que ofrecían el sainete y la zarzuela. Fue bien acogida por todos los sectores sociales, porque daba un testimonio veraz del modo de vida de los más humildes en un relato realista, pero con el firme propósito de que las miserias cotidianas de los humildes llegasen a ser conocidas por todos.
La trilogía, “La lucha por la vida”, supuso para Baroja el ser aceptado en los ambientes literarios. Influyó en la novela de Blasco Ibález, “La horda”. También influyó en algunos escritos del pintor José Guitiérrez Solana y en los primeros libros de tema madrileño del gran madrileñista RAMÓN (Gómez de la Serna). Durante los años 20, con la literatura de vanguardia y la novela intelectual, la trilogía quedó un poco postergada. Fue después de la guerra civil cuando fue creciendo la influencia de Baroja en la novela realista de los años 50 y 60. Sanz Villanueva ha señalado que “La busca” constituye el primer modelo del realismo social. Baroja ha influido en Camilo José Cela, gran amigo y admirador del vasco, de tal forma que le cita en el discurso de recepción del Nobel, dice Cela en “Elogio de la fábula” (10.XII.89): “Mi viejo amigo y maestro Pío Baroja tenía un reloj de pared en cuya esfera lucía unas palabras aleccionadoras, un lema estremecedor que señalaba el paso de las horas: todas hieren, la última mata”.
Asimismo barojiana es “Tiempo de silencio” de Luis Martín Santos, con tantas concomitancias con “La busca”: protagonista itinerante y recorrido por el mundo de las chabolas. Y también encontramos ecos barojianos en “La verdad sobre el caso Savolta” de Eduardo Mendoza, gran admirador de Baroja.
En la actualidad “La busca” se sigue leyendo, tanto en el ámbito académico como por el público lector, prueba de ello son las ediciones que hay en el mercado.

BIBLIOGRAFÍA:
. Alarcos Llorach, Emilio. “Anatomía de La lucha por la vida . Editorial Castalia. Madrid, 1982
. Puertas, Soledad. “El Madrid de La lucha por la vida . Edit. Turner. Madrid, 1974
. Flores Arroyuelo, Francisco. La lucha por la vida desde dentro. Edit Nogués. Murcia, 1962
. Blanco Aguinaga, Carlos. “Juventud del 98”. Edit. Crítica. 2ª edición. Barcelona, 1978
. Shaw Donald. “La Generación del 98”. Cátedra .Madrid, 1985
. Baroja, Pío. “La busca” (Edición de Juan Estruch Tobella). Edit Alhambra. Madrid, 1988

Exposición: (Catálogo)
.”Baroja, kilómetro cero”. Edición conmemorativa del cincuentenario del Fallecimiento de Pío Baroja.
. “Guía de Lectura”
.” Itinerarios Literarios”
Comisaria de la Exposición de Guadalupe Rubio de Urquía. Edita La Comunidad de Madrid.
Madrid 1956 / 2006
Ediciones de “La busca
Baroja, Pío. “La lucha por la vida”( La busca, Mala hierba y Aurora roja). -Librería de Fernando Fé. Madrid, 1904
-Edición de Renacimiento. Madrid, 1910
-Edición de Caro Raggio, ilustrada por Ricardo Baroja. Con prólogo de Julio Caro . Baroja. Edición del centenario. Madrid, 1972
-Editorial SALVAT (Libros RTV. Vol 9). Con prólogo de Julio Caro Baroja y la “Introducción del autor” del folletón de El Globo.Madrid, 1969
-Alianza Editorial . Biblioteca Baroja.Con prólogo de Ricardo Senabre. Madrid,2005.
-Biblioteca de “El Mundo”.Bibliotex.Con un breve prólogo de Ricardo Senabre.Barcelona, 2001

Madrid, 7 de marzo de 2008


1 Baroja Pío.”La busca”.-Biblioteca Salvat. Madrid, 1969, pag.20. Lleva un prólogo de Julio Caro Baroja y es la única edición que reproduce la introducción del folletón de “El Globo” de 1903.
2 Cita tomada del prólogo de Ricardo Senabre a “Aurora roja”. Alianzza Editorial. Madrid,2005, pag. 8
3 Baroja Pío. “La busca”. Salvat. Madrid, 1969. Pag 20 y 21
4 Baroja, Pío. “La busca”. Biblioteca “El Mundo”. Bibliotex. Barcelona, 2001 (III, 8, 190). Todas las citas textuales de “La busca” serán de esta edición.