jueves, 21 de mayo de 2009

ESTUDIO CRÍTICO DESCRIPTIVO DE "MADRID DE CORTE A CHECA" deAgustín de Foxá





Agustín de Foxá, Madrid, 1903- Ídem, 1959
Agustín de Foxá escribió esta novela casi íntegramente en el primitivo y profundo café “Novelty” de Salamanca (en plena Plaza Mayor) y lo hizo un poco a vuela pluma entre tertulias literarias y ecos del Cuartel General del Generalísimo en 1937.
La primera edición de “Madrid de corte a checa” fue publicada en abril de 1938 por Ediciones Jerarquía en San Sebastián, aunque en la edición no se cita la fecha ni el lugar. En la portada aparece el palacio Real con una semicorona de flores y en la página siguiente dice: “Episodios Nacionales I por Agustín Conde de Foxá”, y esto quiere decir que el autor pensó continuar una serie novelesca más en la línea del Valle-Inclán de “El Ruedo Ibérico”, que de Galdós, teniendo como telón de fondo la España posterior al Alzamiento; pero no escribió más que este primer volumen.
Terminada la guerra manifestó Foxá que tenía otros libros en preparación: “Salamanca, Cuartel General”, que sería una continuación de MCACH y “Napoleonchu”, sobre la guerra separatista en el País Vasco; incluso al morir Foxá se encontró una carpeta rotulada con el título de “Salamanca, Cuartel General”, pero vacía. Así pues, el proyecto quedó inconcluso.
Pero veamos cual es su argumento: Agustín de Foxá narra una historia de amor entre José Félix Carrillo(que podría ser un trasunto del autor), hijo de un coronel conservador, que le expulsa de su casa por revolucionario y Pilar, hija de un conde, a la que sus padres casan con Miguel Solís, linajudo y adinerado personaje, aunque calavera; pero válido para emparentar con esta nobleza arruinada. Las peripecias de la relación amorosa se acompasan al “tempo” histórico que marcan las tres partes de la novela. “Flores de lis” o los días finales de la monarquía, que son los momentos de desorientación ideológica, la boda de Pilar y el consiguiente despecho del protagonista; “el Himno de Riego”, el asentamiento de la República, que marca el inicio de las decepciones políticas y de la crisis matrimonial de Pilar Rivera (nótense las connotaciones políticas del apellido), a la que solamente la existencia de su hija impedirá caer en los brazos de José Félix; “Hoz y martillo”, estallido de la guerra y persecución de las gentes de orden en Madrid. El marido de Pilar (Miguel Solís) muere a manos de sus braceros, que vengan así los años de esclavitud. José Félix y su antigua novia quedan canónicamente libres para reanudar sus amores; pero son detenidos y condenados a muerte, y un antiguo falangista (infiltrado entre los milicianos, Pedro Otaño) los salva y se ponen a buen recaudo al otro lado de la frontera y después logran pasar a la zona nacional.
Paralelamente se narra también una historia secundaria de amor, aunque no menos intensa, es la Pedro Otaño, falangista de primera hora, cuya novia, Julia Lozano, le abandona por un teniente republicano. Años después el oficial será unos de los asesinos de Calvo Sotelo, y Otaño, camuflado de miliciano rojo para huir de sus enemigos, se encuentra en una casa de citas a la desdichada Julia Lozano, que le reconoce y le llama por su nombre. Los milicianos se dan cuenta que es un infiltrado y lo ejecutan .

Estructura: “Madrid de corte a checa” cronológicamente se divide en tres partes: “Flores de lis”, que en la primera edición lleva un escudo con tres flores de lis ; la segunda parte, “Himno de Riego” va precedida de una portada con un escudo sin corona, una dama que apoya su puño en una espada en posición vertical, un león, tres chimeneas de una fábrica y unos rayos de sol al fondo y la tercera parte: “Hoz y martillo”, lleva un dibujo escueto de una hoz y un martillo cruzados.
Si hacemos un símil de estas tres partes con los movimientos de un concierto, la primera parte tiene la gracia de un “andante maestoso”. El lector asiste al desmoronamiento de la monarquía entre reverencias palaciegas de aristócratas y grandes de España. Una sociedad despreocupada y elegante que se reunía en el Tiro de pichón o en el paseo de Coches del Retiro por donde cruza el Packard con el Príncipe de Asturias y sus ayudantes.
Al lado de este brillante, fastuoso y despreocupado panorama aparecen las fuerzas, las ideas de unos intelectuales formados en la universidad en la cátedra de Jiménez de Asúa y en las producciones culturales del momento, en el cine ruso,en la pintura cubista de Picasso, en la deshumanización del arte(Ortega), en la Institución Libre de Enseñanza y en el decimonónico Ateneo.
Foxá saca a relucir su ironía cuando critica las peroratas de médicos ateos, boticarios masones y abogados sin clientes que someten al voto la existencia de Dios y realizado el escrutinio salió que dios no existe por una mayoría de 7 votos.
El enfrentamiento entre estos dos mundos-el aristocrático y las clases medias-
queda reflejado en el episodio en el que una manifestación de estudiantes y obreros con monos de dril sube por la calle Atocha gritando mueras al rey y apedreando a los guardias a caballo que escoltan la carroza del Dios Grande. Este acto sirve de preludio a las elecciones municipales, a la caída de la Monarquía y al advenimiento de la República.
El segundo “movimiento” lo constituye el “Himno de Riego” y tendría un comienzo de “allegro, ma non tropo”, esta segunda parte se inicia con la descripción de una revista en el teatro Romea y con el “exilio” vacacional de los “valientes” aristócratas a Francia. El Madrid de la República cambia de modales; desaparecen las coronas y se pintan los estancos con la bandera tricolor. Las recepciones del presidente de la República, don Niceto Alcalá Zamora, están llenas de resabios monárquicos y los políticos aparecen vestidos de frac con sus condecoraciones.
Frente a este nuevo ambiente se perfila la reacción en torno a las figuras de los hermanos Miralles y de José Antonio Primo de Rivera con el mitin fundacional de la Falange y la escritura del “Cara el sol” con su corte de poetas(Ridruejo, Alfaro, Sánchez Mazas, Foxá).
El tercer “movimiento” corresponde a “Hoz y martillo” y el aire seria “allegro con brío” y claro con el símil de los movimientos es lógico que desembocara en lo que más tarde se llamó el “Movimiento nacional”, primero Alzamiento, golpe de estado, no ganado, que se prolongó en una guerra civil de tres años.
Estalla el Alzamiento y las masas leales a la República invaden la ciudad para defenderla. Madrid según el punto de vista del autor se convierte en checa( especie de cárcel que utilizaban los milicianos del bando republicano para detener, interrogar y juzgar de forma sumarísima a los fascistas. Se llamaban “checas” por ser estas las siglas de la policía política en la URSS en 1917). Los milicianos practican registros domiciliarios, buscando a los que luego se llamó “quintacolumnistas”. Se queman fotografías, banderas, uniformes y recuerdos que puedan comprometer con la reacción. Empiezan los “paseos”, primero contra los aristócratas, los militares y eclesiásticos. Se busca refugio en la embajadas con la esperanza de la liberación de Madrid.
En estas tres partes y como contrapunto a la crónica, a los sucesos, se desarrolla la trama sentimental de Pilar y José Félix.
Foxá carga las tintas en el aspecto documental de la novela y apenas se detiene en la caracterización de los personajes ficticios. José Félix, protagonista y trasunto del autor resulta blando , incoloro y sin relieve. Sus vacilaciones se explican debido a su desorientación política y sentimental por la que atraviesa. Pilar, en cambio, da la sensación se ser una heroína que está viviendo su gran amor con José Félix y acto seguido claudica y se casa con Miguel Solís, al que no ama pero le conviene económicamente. Sin embargo los personajes reales están mucho mejor descritos. El testimonio, la crónica desplaza a la ficción.

Tenemos personajes reales que figuran con sus nombres y con los cargos que ocupan, a quienes Foxá describe con exactitud y sobriedad con dos o tres trazos. Este es el terrible retrato de Manuel Azaña: “Era árido y de metáforas apagadas. Se veía la carga enorme de rencor y desilusión, que era su motor y su fuerza. Era un lírico del odio, un polemista de la venganza(…) Era el símbolo de los mediocres en la hora gloriosa de la revancha(…) Era el vengador de los cocidos modestos y los pisos de cuarenta duros de los Gutiérrez y los González anónimos, cargados de hijos, paseando con sus mujeres gordas por el parque del Oeste”(pag. 125)[1].
No mejor parado deja a Santiago Casares Quiroga, que dice del él: “Casares era huesudo, seco , de sudor frío, con esa crueldad enfermiza de los hombres cuyos pulmones están mal oxigenados. Le entusiasmaba la ferocidad de la “mantis religiosa”(pag.134).
A Gil Robles lo describe de esta manera:”Hombre de puños y golpes en la espalda(…), era algo mezquino, a pesar de sus treinta y cinco años carecía de juventud física y moral, porque era fofo y calvo(…) Cría que iba a salvar a un viejo pueblo mediterráneo y latino(…) con ficheros, propaganda y “trust” de periódicos y promesas de cementos y carreteras”(pag.170).
Frente a estos gobernantes republicanos que habían traído la constitución liberal, se alzaba, serena, la figura de José Antonio Primo de Rivera y sus falangistas: “Era un muchacho joven, guapo, agradable. Tenía la voz un poco nasal y exponía las ideas con justeza jurídica. Usaba metáforas brillantes(…) Decía que romper las urnas era su másnoble destino, que la Patria era una unidad de destino en lo universal y que por defenderla había que emplear la dialéctica de los puños y las pistolas”(pag.161).
Aparecen ,también,con sus nombres reales intelectuales y artistas del momento, a quienes retrata con justeza. Esto dice de Ramón Gómez de la Serna en su tertulia de Pombo:”Ramón Gómez de la Serna se levantaba rechoncho, con su pipa de cenicientas brasas, la chalina de seda moteada y la voz chillona(Pag.111).
Federico García Lorca. “García Lorca era moreno, aceitunado, de grandes pómulos, gran calavera y cara redonda(…), presumía de gitano. Era un magnífico poeta”(164).
También desfila por estas páginas José Bergamín a quien no deja bien parado: “Católico-marxista y sobre todo un pequeño miserable(…)Era un alma malvada y miserable, que amaba lo deforme, y llenaba de podredumbre sus revista” (Cruz + y Raya -) (pag.319).
También se cita a Manuel Altolaguirre, en cuya imprenta José Félix, el protagonista, publica un libro de versos, La voz en la brisa , a su mujer y también poeta,Concha Méndez; Rafael Alberti y Mª Teresa León.
Ernesto Jiménez-Caballero, director de la “Gaceta Literaria” es visitado en su casa de la calle Canarias, 41 por José Félix: “Ernesto Jiménez-Caballero les recibió con su mono azul de cremallera, con olor a imprenta, y sus gafas cuadradas, donde chispeaban sus ojos (pag.144).
Y luego tiene un lugar destacado la corte de poetas de José Antonio: Rafael Sánchez Mazas, Agustín de Foxá(el propio autor también personaje), José Mª Haro y Dionisio Ridruejo, que en el sótano del restaurante vasco “Or Kompon” crearon el “Cara el Sol”: himno de Falange: “Foxá escribía en una mesa entre migas de pan y el olor reciente de la fruta: “De cara al sol, con la camisa nueva/ que tú bordaste en rojo ayer” (pag.216).
Luego también hay algunos personajes con nombres encubiertos, que figuran con otros nombres o con los suyos deformados: el duque de Alfil, la duquesa Rosario Yáñez, el poeta Arundo (sin duda Cernuda, a quien denigra), don Gumersindo Arellano y algún otro con nombres en clave.
También tenemos los personajes ficticios que soportan la leve trama novelesca: José Félix, Pilar Rivera y Miguel Solís.
José Félix es un joven creador que se debate entre el encanto de la vida intelectual de la República y la verdad de la Falange a la que termina afiliándose. José Félix une su suerte a la del golpe de estado del 18 de julio de 1936. Dice el narrador. “José Félix Carrillo de veintidós años, alto, romántico y generoso(…) Tenía una inteligencia fina y templada, tentada por la cátedra de Asúa, los filmes rusos, la pintura cubista de Picasso y los periódicos satíricos”(pag.15). Incluso José Félix tiene veleidades republicanas, es detenido y su padre, viejo coronel monárquico, le expulsa de casa, aunque más tarde se reconcilia con él. José Félix, poeta en ciernes, se mimetiza bien en el ambiente intelectual republicano y publica un libro de versos en la imprenta de Manuel Altolaguirre en la calle Viriato. Aparentemente se debate entre el movimiento juvenil, épico y valeroso de la reacción y el mundo de la creación literaria que propicia la República..
José Félix asiste al acto fundacional de Falange el 29 de octubre de 1933 y al final del mitin no quiso levantar el brazo. Posteriormente es presentado a José Antonio y sin excesiva justificación se afilia a la Falange: “-Vengo a hacerme de Falange” (pag.188), el propio José Antonio le hace la ficha.
El romance con su adorada Pilar no se puede llevar a término, porque se casa con Miguel Solís y la fuga,que traman entre los dos, se frustra, porque ella en el último momento abre la puerta de la habitación de su hija y desiste de su huida. Así las cosas José Félix se entrega de lleno a la Falange.
En la tercera parte se mueve usando sus influencias por el Madrid en guerra. Se produce el asesinato de Miguel Solís y ya tiene el camino libre para amar a Pilar. Se marchan a Valencia y de allí a Francia y entran en la España facciosa por Irún. Se incorporan al frente, Pilar de enfermera en Brunete y José Félix a la Falange de Castilla para conquistar Madrid.
Miguel Solís, es un personaje muy poco perfilado: “Era un muchacho tosco, montero y juerguista(…) Aquel muchacho rico era un gran partido para su hija Pilar, a la que hacía el amor. Pensaba en redorar sus blasones a fuerza de hectáreas” (pag.22)-pensaba el padre. Su papel es meramente funcional y aparece muy poco en la novela. Es un rico calavera, juerguista y mujeriego. Si acaso su protagonismo es el de su muerte a manos de unos milicianos paletos, los braceros de sus fincas, que de vengan de toda la opresión que habían sufrido. Este personaje es tratado negativamente.
Pilar, la hija obediente de un noble arruinado, que acepta el matrimonio con Miguel Solís para arrimar hectáreas, que a primera vista parece una heroína que va a practicar una fuga por amor, pero la ternura se lo impide. Al final puede unirse y compartir el futuro con su verdadero amor.
Hay otros personajes secundarios como Pedro Otaño, “alter ego” de José Félix, Julia Lozano y su marido,el teniente Moreno y la rusita de Biarritz, Sonnia Chercoff.

Espacio: La novela es netamente urbana, teniendo como escenario de la crónica, la trama y los acontecimientos la ciudad de Madrid. El centro, el barrio de Salamanca y el acarreo humano de los barrios extremos, principalmente Cuatro Caminos y Tetuán son los lugares más transitados por los personajes reales y ficticios. De tal forma esto es así que el gran protagonista colectivo de la novela es la ciudad de Madrid con sus gentes, la aristocracia decadente, la clase media y el proletariado.
Solamente en las vacaciones estivales la trama se aleja de Madrid, porque los aristócratas pasan las vacaciones en San Sebastián, San Juan de Luz y Biarritz, mientras que la clase media veranea en la Sierra (Cercedilla y aledaños). En el veraneo de 1931 los aristócratas prolongaron las vacaciones para ver si pasaba la “nicetada”(don Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la Républica), pero tuvieron que regresar al Madrid democrático, que había recuperado el liberalismo suprimido por primo de Rivera en 1923.
Nuevamente en el verano de 1936 la familia de José Félix y otros aristócratas y terratenientes se van de vacaciones a Portugal: Lisboa y alrededores. Y al final de la 3ª parte José Félix y Pilar salen de Madrid para Valencia, cruzan la frontera francesa y luego pasan a la zona liberada por Irún y se incorporan a la toma de Madrid.
En cuanto al tiempo, Foxá narra los hechos acaecidos desde los estertores de la dictadura del general Dámaso Berenguer, los años de la República hasta septiembre de 1937 en Salamanca, donde firma la novela. Son pues 8 años convulsos de la vida de España, donde transitan los personajes reales y ficticios que forman la trama.

Significación:
Foxá construye su novela según el procedimiento galdosiano del “episodio nacional”; esto es mezclando un grupo de personajes ficticios estratégicamente colocados en el centro de los acontecimientos, con los personajes reales, protagonistas visibles de la situación histórica (Alcalá-Zamora, Gil Robles, José Antonio, etc) y conduce la trama novelesca a través de un breve y secundario idilio: las relaciones de José Félix con Pilar, que fracasa y su evolución ideológico política, que también fracasa, va del entusiasmo intelectual republicano a abrazar los ideales totalitarios de la Falange.
En cuanto al estilo, además de la construcción galdosiana, tiene huellas y deudas visibles del Valle-Inclán de los esperpentos y también, a veces, de los fogonazos verbales de Ramón Gómez de la Serna. Foxá es un notable aprendiz de Valle-Inclán, la novela se inicia con una especie de pastiche del “El Ruedo Ibérico”: “Zambre y revuelo en la cacharrería del Ateneo.Llegaba don Ramón con sus barbas de padre Tajo, sucio, traslúcido y mordaz.”(pag 1). Ensaya el esperpento de la clase obrera: “Rojeaban como una erupción , en la ronda de Atocha, miles de banderas de los barrios extremos” (pag.230). “Pasaban masas ya revueltas; mujerzuelas feas, jorobazas, con lazos rojos en la greñas(…) obreros de mirada estúpida, poceros, maestritos amargados y biliosos(…)
Toda la hez de los fracasos, los torpes, los enfermos, los feos; el mundo inferior y terrible, removido por aquellas banderas siniestras” (pag.231). Y lo curioso del tema es que Foxá, antes aristócrata que falangista, ve al proletariado de esta forma. Su descripción es pura literatura, no una interpretación de la realidad.
Madrid de corte a checa entraría dentro de la literatura comprometida, pero de derechas. Sería una novela de propaganda política y de justificación del “alzamiento”.
A través de la peripecia vital y amorosa de José Félix- intelectual y político muy relacionado con las figuras de su tiempo- Foxá nos muestra la agitada vida madrileña de unos años de gran atractivo,tanto para la historia, como para la literatura. La novela se divide en tres partes –como se ha dicho- y en la primera el contexto es el desgaste de la monarquía y el auge de los movimientos políticos progresistas contrarios al estancamiento de la aristocracia y de la burguesía alta.Foxá adopta un tono de crítica suave contra una manera periclitada de entender la política .
En la segunda parte, que transcurre durante la república, José Félix es partidario de la República, lo que le lleva incluso a enfrentamientos con su familia- su padre le expulsa de casa. Pero poco a poco las ilusiones comienzan a desvanecerse. La falta de coherencia de los políticos obliga a una radicalización de posturas. José Félix se afilia a la Falange.
La tercera parte es la más política de todas y hasta casi cae en el panfleto. En las dos primeras partes el autor ha intentado mostrar un fresco realista, con tintes esperpénticos y barojianos, una sociedad madrileña de señoritos bien e intelectuales de izquierda, pero en la tercera parte el autor está presente en la novela con intervenciones ponderativas y juicios de valor despectivos hacia los que no comulgan con sus ideas. Es sin duda la parte más apasionada y crítica y sin duda la más floja.
Las ideas políticas que aquí se exponen son muy simples y de un maniqueísmo inaceptable: ante la decadencia de la monarquía y la traición, que supone su marcha (aquí está el Foxá aristócrata) se avecina una avalancha de corrupción política, decadencia moral y desorden social. Ante esta situación de desgracias, sólo un puñado de jóvenes valerosos amantes de la fe, el orden y la patria y las tradiciones, se oponen y están dispuestos a vencer: los falangistas.
Considerada una novela histórica en la actualidad y de propaganda política cuando se publicó, eso es lo que le hace perder altura, porque se narran los acontecimientos con mucha cercanía y siempre desde un punto de vista intencionado, que se adapta a la tesis maniquea del autor.
El golpe de estado a cargo de los militares, es en la novela un eco lejano, de hecho Franco sólo sale en la última página. Al centrarse la acción en un Madrid sitiado y en manos de los sectores más radicales de la izquierda, Foxá logra poner a los falangistas como los verdaderos resistentes contra el orden establecido republicano.
Dionisio Ridruejo califica la novela como una obra literaria de “circunstancias” y que Foxá transmite el mensaje, la mentalidad de su círculo social y que va dirigida- prácticamente- a ese mismo círculo reducido. Foxá no presenta un replanteamiento ideológico ético y liberal contra la República, sino que lo único que muestra es desdén por el régimen de libertades democráticas que había traído la República. Dice Ridruejo: “Me parece que el mismo Foxá- con el que hablé en 1944- no hubiera suscrito en esas fechas lo que escribió, con sinceridad delegada un oportunismo de salón en 1937”.[2]
Lo que no cabe duda es que el discurso de la novela pretende la destrucción del sistema democrático y la novela se publica cuando Franco no ha consolidado todo su poder, de ahí que la facciones golpistas tuvieran más libertad. La novela sistemáticamente caricaturiza, ridiculiza y cosifica a los enemigos para justificar las acciones propias. La novela quiere justificar sin proponer ni explicar nada, ya que la Verdad de la Falange es evidente: la salvación de España.
No estamos ante una novela realista, ya que ello implicaría una explicación del contexto socioeconómico de los personajes, sino más bien ante una narración de carácter episódico, que le faltan explicaciones sociales o psicológicas de los individuos. Así Azaña es mal estadista porque es mala persona y además feo.
Por último Foxá, aunque cuando publicó la novela(1938) España se encontraba en plena guerra civil, firma la novela de esta guisa: “Salamanca, septiembre de 1937. II año triunfal”, avalando que una victoria se había alcanzado en una parte de España y en vías de alcanzarse en la otra parte, que era la supresión de las libertades democráticas, el soterramiento de la España liberal. En resumen los que sublevaron en julio de 1936 tenían el convencimiento que la República no tenía el derecho (por sufragio universal) de alterar el orden natural de las cosas.
La novela tuvo cierto éxito dentro del círculo al que fue dedicada, ya que tuvo dos ediciones en 1938. También se tradujo al alemán en 1940 y al italiano en 1944, países de régimen fascista y en guerra.. Se publica en Buenos Aires en 1942 y en España no se reedita hasta 1962 por Prensa Española.

EDICIONES DE MADRID DE CORTE A CHECA:
Agustín de Foxá. “Madrid de corte a checa”. Ediciones Jerarquía. San Sebastián, 1938 (1ª edición)
-Tuvo una segunda edición, única corregida y aumentada por su autor, en San Sebastián a cargo de la Librería Internacional,1938, patrocinada también por Ediciones Jerarquía.
- Prensa Española. Madrid, 1962
- Editorial Planeta, Barcelona, 1963 (“Las mejores novela contemporáneas”, tomo IX
- Prensa Española, Madrid, 1963. “Obras Completas”
- Editorial Planeta, Barcelona, 1967 y en 1993
- Bibliotex (El diario El Mundo: “Las cien mejores novelas en castellano del siglo XX”. Barcelona, 2001
- Ciudadela Libros, Madrid 2004 y 2006 (con motivo del 75 aniversario de la República.

BIBLIOGRAFÍA:
. Mainer José Carlos. “Autour de la guerre d` Espagne « . Publicacions de la Sobornne Nouvelle. Paris, 1989
. Nora Eugenio de . »La novela española contemporánea” III. Madrid, 1958
. Rodríguez Puértolas Julio.”Literatura fascista española”. Edit. Akal. Madrid, 2008
. Sagrera Luis.”Agustín de Foxá y su obra literaria”. Imprenta del Ministerio de AA.EE. Madrid, 1960.
REVISTAS:
“Anthropos, 148 (19939 Literatura sobre la guerra civil
“Destino” (24/02/1973). Sombras y bultos de Dionisio Ridruejo
“Letras Peninsulares”, Spring, 2005. Madrid de corte a checa(19389. La novela falangista de Salvador A. Oropesa

Madrid, 5 de mayo de 2009.
[1] . Foxá Agustín de . “Madrid de corte a checa”. Editorial Ciudadela Libros. Madrid, 2006. Todas las citas textuales serán de esta edición.
[2] . Revista DESTINO, 24/02/1973. Sombras y bultos de Dionisio Ridruejo